
08/11/2024
El paradigma de la neurodiversidad es una perspectiva que se basa en el principio de que lo constitutivo del ser humano, es la diversidad funcional. Ser diferentes es un hecho biológico: todos tenemos cerebros que funcionan de forma diferente y única. Si estudiamos los cerebros de personas neurotípicas encontraremos características comunes como en las personas con autismo, en las personas con dislexia, en las personas hiperactivas, en las personas ansiosas. No obstante, todos presentamos desafíos y fortalezas diferentes, incluso dentro de una población con un funcionamiento cerebral similar.
Cuando llevamos este modelo al plano educativo, es clave reconocer la diversidad cognitiva y adaptar estrategias de aprendizaje a las necesidades de los diferentes estudiantes. Nos encontramos allí con un obstáculo enorme, y es que las estrategias de aprendizaje contemplan fundamentalmente el funcionamiento neurotípico. Lo contenidos, el sistema, el entorno, el abordaje y la enseñanza están diseñados desde una lógica que arrastra conceptos arcaicos que no se ajustan a lo que hoy sabemos sobre los diferentes modos de procesamiento.
Como profesionales, intentamos disminuir la brecha entre el sistema tradicional y las necesidades de apoyo de nuestros pacientes, creando espacios de encuentro donde podamos pensar estrategias inclusivas que mejoren el clima escolar para todos los actores. Como profesionales, es muy importante que podamos acercarnos al ámbito escolar, proveer a los docentes de herramientas concretas, psicoeducar sobre las diferentes condiciones neurológicas y brindar repuestas a los múltiples interrogantes que surgen en el día a día.