Me llamo Ezequiel López Batista, vivo en Bs As, soy investigador de la salud, amigo del medio ambiente, de los animales y de las personas que respetan a ambos. Tomé el método científico de la carrera de ingeniería pero hace 25 años me hice cocinero de la escuela franco-suiza. Una limitación hepática me dio una gran desventaja en esa cocina basada en manteca y crema. Soy extremadamente sensible a l
as grasas. Puedo oler una nuez rancia a kilómetros y no tolero las grasas trans. Tuve la necesidad de emprender una búsqueda que encaje conmigo, pero no la terminé de encontrar en ninguna escuela ni de cocina ni de nutrición. Mejor dicho, encontré mi conocimiento en muchas de ellas. Sin querer, adopté una motedología de investigación integrativa. Mi experiencia me indica que todas las escuelas tienen algo bueno para dar. Estos son ladrillos fundamentales de mi conocimiento. También dediqué mi vida a correr y al Yoga. Encontré un Dios a la medida de mi pensamiento analitico/científico/occidental lo llamé Equilibrio (por eso el tótem en Estudio 4141 de Palermo). Siento día a día la necesidad de transmitir este conocimiento por que creo puede ayudar a la gente que necesita fundamentos como yo para encontrar su propio eje. Por eso trabajo enseñando, concientizando, promoviendo la salud. Creo profundamente que hoy es fundamental que la educación formal incluya una formación practica y holística sobre la Salud y lucho contra el sistema para conseguirlo algún día. Un niño debe aprender desde segundo o tercer grado la importancia que tienen los alimentos en nuestras vidas. Los peligros en consumir ciertos productos, el descanso, despertar la consciencia del cuerpo y cuestiones de la salud que antes eran secundarias o se pretendía que vinieran del hogar. El mundo debe dejar de buscar la solución en las pastillas. El Ser Humano debe volver a su naturaleza, a su equilibrio. El mundo ya no es el mismo. Hoy te la podes pasar comiendo y vivir desnutrido e intoxicado. Como cocinero veo que la alimentación es el primer eslabón en nuestra vida y debe ser considerada una prioridad dentro del grupo de conocimientos que necesitamos como individuos en un contexto en el que cada vez es más grande la brecha entre comida y lo que realmente alimenta. Nuestro desarrollo orgánico depende de ello. Nuestro bienestar y nuestra sabiduría depende d ello. Mi profesión puso una gran responsabilidad en mi camino. Todos debemos dejar d alimentar las empresas que nos destruyen. Pero nuestras decisiones d compra como cocineros más aún, mueven las agujas del mercado. Tenemos el poder de cambiar el sistema alimentando emprendimientos salutogénicos dirigidos por personas que quieren dinero, pero también quieren un mundo mejor. Los cocineros, por sobre todas las cosas somos fabricantes de alimentos. Nuestras recetas tienen un gran impacto en la salud pública. La gente confía esto en nosotros, y además tenemos el glamour de la moda. Tenemos la atención de muchas personas con ganas de aprender. Qué vamos a hacer con ello? Les presento mi emprendimiento 4141 Nueva Alimentación
