10/10/2025
Elige una vivienda adecuada, pero no mayor de la que realmente necesitas y, si fuese posible, que se encuentre situada en alguna localidad donde los impuestos y el costo de la vida sean razonables. […] Vive en forma sencilla; disfruta de lo que Dios te ha concedido, y no busques los vanos o costosos placeres. En la naturaleza oculta de Dios existen numerosas cosas que pueden fascinar la mente del ser humano. Emplea el tiempo libre para leer libros que valgan la pena, meditar y disfrutar de una vida carente de complicaciones. ¿No es preferible, acaso, vivir con sencillez, tener menos preocupaciones y disponer de tiempo para buscar a Dios, en lugar de poseer una enorme casa, dos automóviles, deudas por cubrir a plazos y una hipoteca que eres incapaz de pagar?
En su infinita misericordia, Dios nos concede —a través de las diversas experiencias que se nos presentan en la vida— su gozo e inspiración, la vida y la sabiduría verdaderas, la auténtica felicidad y el genuino entendimiento. Pero la gloria de Dios se revela únicamente en la quietud del alma, en la intensidad del esfuerzo interior que realiza la mente para comulgar con Él. Es allí donde hallamos la verdad. En el exterior, el engaño es muy fuerte; muy pocas personas logran sustraerse a las influencias del ambiente exterior. El mundo sigue adelante con sus infinitas complejidades y sus variadas experiencias. Cada vida es diferente de las demás y debe ser vivida de manera distinta. No obstante, en todas las expresiones de la vida subyace la silenciosa voz de Dios, que nos llama incesantemente a través de las flores, de las escrituras sagradas, de nuestra conciencia, es decir, a través de todas las cosas hermosas que hacen que valga la pena vivir.» Paramahansa Yogananda