En 1960 Jacobo y Julio Mahabre, hijos de inmigrantes sirio–libaneses, fundan “Imprenta Columbia”, empezando un largo trayecto en las artes gráficas. Con un taller de tamaño reducido, en conjunto con una máquina tipográfica marca Heidelberg, los hermanos Mahabre irán acrecentando el volumen productivo, el espacio físico y la cartera de clientes. Pasados 5 años de trayectoria en el mundo de la gráfica, Imprenta Columbia establece una excelente relación comercial con “Cabrales S.A”, permitiendo así mejorar la eficiencia en la producción y estableciendo un nuevo perfil empresarial. Para la década del ’80, luego de haber pasado por más de 15 años de experiencia en las artes gráficas, Imprenta Columbia decide realizar una gran inversión, modernizando su estructura productiva. Con la adquisición de una impresora offset Adast, capaz de elevar los volúmenes de producción y reducir los costos de venta, la empresa se traslada a la Av Libertad 4726 (Ciudad de Mar del Plata), inaugurando un taller de dos pisos, con personal capacitado y tecnología de avanzada. Los tiempos de oro culminarán con la crisis económica nacional de 2001, que pondrá fin a la relación comercial establecida con “Cabrales S.A” y otras compañías de similar importancia. A su vez, la empresa transita un momento económico complicado, como todos los empresarios argentinos, debiendo reducir la capacidad instalada con la finalidad resistir el vacío económico de ese entonces. Para el año 2006, la empresa comienza a recuperar sus volúmenes de producción gracias a las políticas públicas de expansión del mercado interno en conjunto con la favorable situación externa. Fallecido Julio Mahabre en 2008, quedando Jacobo Mahabre como representante único de “Imprenta Columbia”, debe tomar la drástica decisión, debido a su edad y falta de continuidad familiar (hasta ese entonces), de reducir los volúmenes productivos y acotarse a una cartera de clientes fija. Hoy, 2012, luego de vivir momentos de gloria y soportar los avatares de la economía y el tiempo, la descendencia de aquellos inmigrantes sirio-libaneses que con la fuerza del trabajo marcaron su camino, retoman los viejos objetivos de eficiencia y responsabilidad, instalándose en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, modernizando la producción, atención y servicio.
“Imprenta Columbia, desde 1960 trabajando junto a usted…”