"Centro Cristiano de Consejería Familiar"

28/05/2020

CONVIVENCIA Y PANDEMIA COVID19

26/05/2020

CONVIVENCIA Y PANDEMIA COVID19

16/05/2020

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16/05/2020

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05/05/2020

07/04/2020

No dejes de escucharlo.

Esperanza un poema de Alexis Valdés en su propia voz.

20/03/2020

Quedarse en casa, puede ser ¡Muy ! placentero .

18/03/2020

Hola, Don Face, ¡como nos están cambiando las rutinas, Don Face ! Gran parte de la población debe estar en su casa, trabajar desde la casa, los que puedan … los chicos no concurren a la escuela. ¿Se imagina una casa pequeña, donde viven, mamá, papá, tres hijos y la abuela? ¡¡Catorce días todos juntos!!

¡¡Dios mio!! ¡¡Puede ser terrible!! Pero también, puede ser una gran oportunidad para hacer todo aquello que el trajín diario en épocas normales, no les permite .

Por ejemplo: Compartir tareas, es algo que se puede hacer, y si se hace desde la alegría de estar juntos puede ser, especialmente para los más pequeños, algo divertido y didáctico, que hasta podría dejar nuevas costumbres permanentes en ellos, para bien propio y de la familia.

Algo que sería muy importante que hagan, es mirarse a los ojos, sí, aunque suene raro, en general hay familias que se miran muy poco a los ojos. Pensemos que, mirando al otro a los ojos podemos descubrir distintas emociones. Tristeza, alegría, enojo, amor, odio, indiferencia, dolor, etc.

El mirarse, puede ser un buen disparador para interesarse por eso que se está viendo en los ojos del otro y dar lugar a ponerlo en palabras.

Otra cosa que se puede hacer, es armar juegos que incluyan a todos, también a la abuela.

El juego en familia da la oportunidad a los padres de ayudar con amor a sus hijos a manejar la frustración. En el juego, se gana y se pierde, y esto, es lo más difícil de aceptar, a nadie le gusta perder.

También tienen que procurar espacios propios, en soledad, que entre todos deben respetarse. Aquí tenemos otra enseñanza interesante, para los niños.
Después de estas prácticas,seguramente todos se conocerán un poquito más.

Don Face roguemos a Dios, que en el décimo quinto día, no salgan todos como disparados de la casa, con la triste sensación de haber pasado los peores días de sus vidas.

Que bendición sería, si en cambio, cuando retomen sus rutinas, lo hicieran con alegría y agradecidos a Dios por haber pasado quizá los mejores catorce días de sus vidas, en familia.

17/03/2020

Hoy, pensando en el Coronavirus, este virus que se le dio por poner la mira en los viejos de una forma más letal, si bien, nadie está exento de ser atrapado por él, los viejos, los mayores de sesenta años, sesenta y cinco y más, son los más frágiles, los que si los atrapa corren más riesgo de muerte.

Pensando en esto, se me ocurrió reflexionar sobre los viejos y la soledad, los hijos y su falta de tiempo, y hasta nosotros mismos, que por ahí tenemos un viejo amigo o vecino, tampoco tenemos tiempo. Tiempo para visitarlos, para llamarlos por teléfono, tiempo para hacerles sentir que están vivos.

Hoy lamentablemente estamos viviendo un tiempo especial, un tiempo donde ya no tenemos tiempo.

Los viejos tienen que guardarse en sus casas y no es conveniente ir a verlos, hacer una ronda de mate, mezclarse los jóvenes, niños y viejos, no es aconsejable, los niños son los que menos posibilidades tienen de contagiarse, pero pueden ser portadores.

Y lo peor de todo esto, es que en cualquier momento se puede recibir un llamado anunciando la internación de un viejo, de tu viejo… y quizá nunca más puedas verlo.
Para reflexionar.

15/06/2019

20/02/2019

En terapia te acompañamos, para que no permitas que te sigan dañando.
Llámanos, 115221 8316.