
03/05/2025
317.16d EL SENTIDO DE LA VIDA:
El sentido trascendente de la existencia humana (d):
Aparece en este planteamiento otro elemento sumamente importante y característico del sentido trascendente de la existencia humana: ésta no se realiza de manera individual ni aislada. La existencia del ser humano es esencialmente una co-existencia. Es también mediante el amor maduro que una persona experimenta por otra, que se descubre y se realiza la propia existencia. Gevaert coincide plenamente con lo expresado por Frankl en este sentido, al afirmar:
La existencia personal se desarrolla y realiza junto con otros en el mundo. El propio sentido de la existencia está ligado a la llamada del otro que quiere ser alguien ante mí, o que me invita a ser alguien ante él, amándonos y construyendo un mundo más justo y humano; [y enfatiza]: El vínculo de mi existencia personal con el otro y la orientación hacia el otro es tan central que es imposible negarlo en la práctica” (Gevaert, Joseph (2003). El problema del Hombre. Introducción a la Antropología 105 Filosófica. Salamanca: Sígueme. Pág. 44).
Ahora bien, es también en ese encuentro persona a persona, en esa llamada que se lleva a cabo entre dos seres humanos, que se presentan como una posibilidad real y concreta, la experiencia del sufrimiento. Frankl lo plantea claramente cuando manifiesta que “[…] la vida del hombre no se colma solamente creando y gozando, sino también sufriendo” (Frankl, Viktor (1978). Psicoanálisis y Existencialismo. México: Fondo de Cultura Económica. Pág. 159); lo cual no implica necesariamente, como se verá más adelante, que el sufrimiento en sí mismo, no conlleva como tal, la posibilidad de descubrir el sentido a la vida.