
26/07/2025
Los niños también se cansan de no ser vistos.
Se cansan de hablar y que nadie escuche.
De llorar y que nadie pregunte por qué.
De portarse “mal” solo para ver si al menos así alguien los mira.
Porque no necesitan tantos castigos.
No necesitan reglas estrictas todo el tiempo.
Necesitan conexión.
Necesitan amor, apoyo, presencia.
Necesitan sentir que hay un adulto que los ve, los escucha y los valida.
La falta de atención duele más que un grito.
Y un niño ignorado no olvida.
Puede que no lo diga con palabras, pero lo grita con su conducta.
Puede que no haga berrinche, pero se encierre en sí mismo.
Puede que no proteste, pero se apague.
Y eso también es una señal.
Estar presente no es solo estar en la misma casa.
Es mirar a los ojos, dejar el celular, abrazar sin apuro.
Es escuchar aunque estés cansado.
Es apoyar aunque no entiendas del todo.
Porque lo que más necesita un niño no es disciplina:
Es amor.
Es contención.
Es saber que tiene un lugar seguro donde ser quien es.
Y si no lo encuentra, lo va a buscar toda la vida.
A veces con rabia, otras con silencio.
Pero nunca sin dolor.