"Esta técnica oriental permite suministrar energía renovadora como medio para comenzar un proceso sanador y auto curativo, donde el organismo se equilibra y progresivamente deja atrás las dolencias y las tensiones." Con más de 4000 años de historia, el masaje tailandés ayuda a reparar la congestión de las vías por donde fluye la energía vital. Antiguamente se creía que esta energía circulaba por el cuerpo a través de unas líneas denominadas “sen” y que, cuando encontraba un bloqueo, se veía ralentizada y fluía más lentamente hasta detenerse. En la actualidad, esta teoría encaja con nuestros avances clínicos, en los que puede observarse que, cuando el cuerpo presenta una contractura, los sistemas circulatorio, linfático y neurológico no funcionan adecuadamente. La mayor virtud del masaje tailandés radica en que se puede adaptar a cada paciente, ya sea con técnicas más intensas o con acciones más relajantes. A través de presiones localizadas, trabajo miofascial avanzado y movilizaciones armónicas, se corrigen tensiones, contracturas musculares y se optimiza el buen funcionamiento de nuestras articulaciones y sistemas. El masaje terapéutico thai está basado en movimientos de presión y extensión similares al yoga y al shiatsu, trabajándose tanto el músculo y el tejido conectivo como las líneas de energía del cuerpo llamadas “líneas SEN“, (sistema que posee mucha similitud con los Nadis en Yoga). Combina diferentes técnicas y manipulaciones en forma de presiones y estiramientos con el objetivo de liberar tensiones del cuerpo y ayudar a que este se autorregule por sí solo. Esta terapia beneficia sobretodo en casos de:
* Estrés y tensión en el cuerpo/mente
* Dolores musculares y articulares
* Insomnio y tensiones nerviosas
* Problemas circulatorios
* Perdida de flexibilidad o capacidad de movimiento