29/08/2022
Parábolas
El pez, asombroso ser acuático, nada en plano inclinado tomando, como con pinza, cada larvita que se le cruza por el camino; la abeja zumbando al ras del agua para saludar a su pequeño amigo acuático.
La cobra zigzagueante en el agua en minuciosa y silenciosa velocidad , para reencontrarse con sus fieles amigos que le brinda la naturaleza.
El niño llama con chasquidos a una mangosta que atraviesa el prado persiguiendo un caracol para su diversión.
Días de lluvia y el arco iris cruza el cielo de lado a lado y en la dulce penumbra, el osito suavemente se balancea en una cunita de grandes ramas y hojas hecha por su mamá
Pedro, en su antiguo escarabajo ( viejo volkswagen) con la figura de un camello en la parte trasera, justo en el medio de la luneta con un significado inverosímil que solo el lo sabe, manejando por la ruta hacia un lugar del atlántico para seguir a los delfines en sus travesías marinas con su inseparable y fiel perro.
En el medio de la nada, una tienda, invadida por medio saltamontes, un tigre hambriento merodeando por la zona y justo frente a el un medio osito tratando de escapar por el medio de la montaña y pensaba que solo cundo cruzara el puente se liberaría de el ; el pato al verlo pasar a una velocidad abismal alcanzo a gritarle que se escondiera entre los grandes arboles amazónicos junto al perezoso , que con toda la paz interna ( don que lo caracteriza ) como si estuviera haciendo secuencias de yogamudra, lo ayudaría en su fuga. Por ese mismo lago, extenso, que desemboca en la majestuosidad del océano, un pequeño bote y en el , un gran pensador de antaño queriendo alcanzar el barco que le proveeria de los víveres necesarios para alimentar a su pueblo, a su regreso llegando casi al atardecer, lo estarán esperando los niños en primera posición de tronco, para el ritual de bienvenida y aprovechar la última luz del día para jugar a la rueda. El gato se divierte a la par de los chicos.
Una cigüeña, asustada por haber perdido su rumbo, se tropieza con un mono travieso y parlanchín
que la distrae de tal manera que olvida por completo su malestar, pronto oscurecera, tendrá que encontrar un lugar para descansar, se acomoda bajo un medio puente y su alimento simplemente fue una lombriz nocturna.
Muy temprano comenzaron con el arado, e interrumpen su sueño, bien que lo necesitaba, registraba el ruido por que de su tierra o por donde habría sobrevolado lo reconocería por el nombre de arado en diamante, lo llamaban asi por el brillo que desplegaba desde abajo.
El sol invadió con sus rayos penetrantes que caían en forma de triangulo, hizo un paro de hombros e inicio su viaje nuevamente, tenia que atravesar el atlántico, demasiado para ella, el delfin le deseo muy buen viaje, tendría que atravesar grandes bocanadas de calor, como si saliera fuego de la boca de un dragón, pero lo lograría, imaginaba su reencuentro, con su gran amigo el cocodrilo, con el cual siempre se cubrían las espaldas ante el peligro. Días y noches de vuelos interminables cuando pestañeando varias veces y sin poder creerlo, distingue un jinete en su caballo galopando a toda marcha, todo un guerrero por tierras africana.
