14/05/2023
Ser mamá y trabajar, ser mamá y estudiar, ser mamá y seguir recreandonos. Acompañar, criar, estar con los seres que traemos al mundo es hermoso, más tambien son necesarias redes para que eso tan maravilloso siempre este florecido.
ESTUDIAR, TRABAJAR Y SER MAMÁ
Macarena es profesora de nivel inicial y además es mamá de un bebé. Este año empezó una especialización en pedagogías para la igualdad en contextos socioeducativos diversos en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. La cursada suele ser virtual, pero tiene encuentros presenciales. En las instancias en las que tiene que ir a la universidad no tiene dónde dejar a su bebé y lo lleva con ella. Sin embargo, la institución no tiene ningún lugar que le garantice el cuidado de su hijo. Cursa con su nene en brazos, o a su costado en el pasillo con los juguetes, y la mirada que va entre la docente y su bebé.
“Ingresar a la universidad continúa siendo excluyente para quienes maternamos. Desde la infraestructura, porque el espacio de la facultad de Filo no posee un lugar pensado para infancias. En la facultad donde se enaltecen categorías teóricas cómo inclusión, igualdad pedagógica y diversidad, las personas que queremos cursar tenemos que llevar a nuestros/as hijos/as a un lugar donde llegan a pedir por su silencio, que no molesten”, expresó Macarena en diálogo con Sudestada.
Además, sostuvo: “Tener que llevar a un hijo a la facultad no es una decisión fácil de tomar, pero en mi caso es condición necesaria para poder sostener la cursada presencial. A veces no tenemos personas que puedan "cuidarlos”, y llevarlo implica tener que pensar cómo acondicionar un espacio para que pueda estar ahí, un lugar desconocido, al que no pidió asistir. Me sentí vulnerable, teniendo que dividir mi atención entre el aprender y el cuidado, pensando en que mi niño no moleste, que pase casi desapercibido”.
Son urgentes los espacios destinados al cuidado de lxs niñxs en las instituciones educativas, para que las madres puedan tener garantizado su derecho a la educación y desarrollarse profesionalmente. Ya existen en algunas universidades, incluso de la UBA, pero todavía queda camino por recorrer para que madres como Macarena puedan seguir estudiando, para que las madres trabajadoras que no cuentan con las posibilidades puedan hacerlo, y para ello, el estado tiene que garantizar su acceso.