23/08/2025
🧠 Estudio terapéutico sobre hábitos de baja vibración, sexualidad confundida y parasitación físico-energética
Muchos de los hábitos compulsivos que hoy se viven como normales —fumar, beber, consumir pornografía, comer en exceso, mantener relaciones sexuales sin conciencia o buscar validación a través del cuerpo— no son simples elecciones. Son respuestas profundas a memorias no integradas, heridas invisibles y patrones heredados que buscan alivio, pertenencia o poder. Desde una mirada terapéutica, sistémica y transpersonal, estos comportamientos no deben ser juzgados, sino comprendidos como expresiones de una desconexión entre cuerpo, emoción, historia y alma.
Este estudio se dirige a todas las personas, sin distinción de género, porque la parasitación —física y energética— no discrimina. Todos estamos expuestos, y todos podemos liberarnos.
🔍 Dos tipos de parasitación: física y energética
La parasitación ocurre en dos planos complementarios:
- Parásitos físicos: son organismos biológicos que pueden detectarse, como hongos, bacterias, lombrices o microorganismos alojados en el cuerpo. Se instalan en zonas como el intestino, el ombligo y los ge***ales, alimentándose de residuos, toxinas y energía sexual desbordada.
- Parásitos energéticos: son entidades invisibles que interfieren en el campo emocional, mental y espiritual. Se nutren de pensamientos repetitivos, emociones densas, vínculos sin conciencia y hábitos de baja vibración.
Ambos tipos están interconectados. Los parásitos físicos crean condiciones propicias para que los energéticos se instalen. Y estos últimos manipulan el subconsciente, generando compulsiones que refuerzan el ciclo.
🌿 El cuerpo como campo de resonancia
El cuerpo guarda memorias de rechazo, abandono, abuso y desvalorización. Cuando estas experiencias no se integran, el sistema busca compensarlas a través de conductas que parecen placenteras, pero que en realidad anestesian el dolor. La sexualidad confundida —vivida sin presencia, desde la urgencia o la carencia— no es libertad, es repetición. Y en ese terreno, los parásitos físicos encuentran hospedaje.
Desde la experiencia directa, se ha observado que muchos parásitos ingresan por la zona ge***al, especialmente en encuentros sexuales sin conciencia ni protección energética. Una vez dentro, se movilizan hacia el vientre, generando sensaciones extrañas, movimientos inexplicables o pulsaciones que no responden a causas fisiológicas evidentes. Estos síntomas no son imaginarios: son señales de presencia parasitaria.
El ombligo, como centro energético y portal de conexión con la vida, se convierte en vía de extracción en muchos procesos terapéuticos. Su limpieza y protección son fundamentales, ya que allí se anclan memorias, vínculos y entidades que afectan el campo emocional, sexual y espiritual.
🌐 Mirada sistémica: lo que se hereda sin saber
Si en el árbol genealógico hubo mujeres cosificadas, hombres ausentes, secretos sexuales, abusos silenciados o vínculos basados en la apariencia, es probable que el sistema repita patrones donde el cuerpo se usa como moneda de validación. La búsqueda de aprobación sexual, el exhibicionismo o el deseo de ser deseado no son vanidad: son intentos inconscientes de ser visto, amado o elegido.
Los parásitos energéticos replican estas dinámicas, sosteniendo vínculos de sometimiento, dependencia o autoexplotación. Se alimentan de lo no resuelto, y se propagan especialmente a través del contacto sexual inconsciente, donde el cuerpo se abre sin protección ni propósito claro.
🧠 Nivel mental: el inconsciente como campo de programación
El inconsciente asocia placer con supervivencia. Si aprendiste que solo eras amado cuando eras útil, atractivo o deseable, es probable que hoy repitas conductas que buscan esa mirada externa. Pero esa mirada nunca será suficiente si no hay una validación interna.
Los parásitos astrales hackean el subconsciente, interfiriendo en los pensamientos, deseos y decisiones. No es que “no puedas dejar” ciertos hábitos: es que hay entidades que operan desde lo invisible, manipulando el campo mental y emocional. La lucha no es contra ti, sino contra lo que te habita sin permiso.
🌌 Nivel espiritual: energía, vibración y propósito
La energía sexual es sagrada. Cuando se usa para obtener aprobación, se dispersa. Cuando se vive con conciencia, se transforma en fuerza creativa. El chakra raíz no es una prisión, pero sí puede volverse un campo de batalla si se habita desde el miedo al rechazo. La verdadera libertad llega cuando el cuerpo se honra, no se negocia.
Los parásitos astrales se alimentan de energía sexual desbordada, de vínculos sin alma, de placer sin propósito. Se alojan en cuerpos que han perdido el centro, y se propagan a través del contacto físico sin conciencia. Cada encuentro íntimo es un intercambio energético: puede sanar o contaminar.
🧭 Camino de integración
- Reconocer que la búsqueda de aprobación externa es legítima, pero no sostenible.
- Validarte desde adentro: no por lo que haces, sino por lo que eres.
- Usar el cuerpo como canal de expresión, no como herramienta de compensación.
- Elevar la energía sexual desde el deseo consciente, no desde la necesidad de ser elegido.
- Romper con patrones familiares que asociaron amor con sacrificio o exposición.
- Practicar ayunos, limpiezas energéticas, respiración consciente y vínculos con propósito.
- Honrar el ombligo como centro energético: limpiarlo, protegerlo y sostenerlo con respeto.
- Elegir alimentos vivos, música que eleve, entornos que nutran y vínculos que respeten tu energía.
🌱 Conclusión
No eres lo que provocas, ni lo que consumes, ni lo que otros desean de ti. Eres lo que sostienes cuando nadie te mira. La aprobación externa puede alimentar el ego, pero solo la validación interna nutre el alma. Mereces habitar tu cuerpo con dignidad, no con urgencia. Mereces ser visto por tu verdad, no por tu forma. Mereces trascender, no por rechazo, sino por amor.
Y sí: mereces liberarte de todo lo que te habita sin conciencia. Porque tu cuerpo no es territorio de invasión, sino templo de presencia.
MERECES LIBERARTE DE PARÁSITOS.
MERECES ROMPER LA MATRIZ.
MERECES TRASCENDER A TU YO MÁS ALTO
💫🙌