06/10/2025
Hace unos días vengo bastante sensible y emocionada por los progresos de varios de mis pacientes. Uf, si se ha caído alguna lágrima cuando he dado altas estas últimas semanas y también cuando hablábamos de cómo alguno de ellos resurgió de un cuadro de depresión.
No sé vivirlo de otra manera que involucrándome, empatizo, lo vivo con cada uno.
Una paciente que logró regular su apego evitativo y está viviendo un buen amor, comunicándose, expresando límites y deseos, con miedo pero haciéndolo.
Otro que logró con veitipico cosas increíbles a nivel financiero y pudo reconocérselo asimismo, celebrárselo (le cuesta bajar la autoexigencia).
Otra paciente que con un cuadro de depresión y apagamiento, buscó terapia conmigo, hicimos una alianza hermosa, fuimos a Interconsulta con psiquiatra, logró empezar a entrenar, hoy me cuenta que está tomando iniciativas que ni ella imaginaba poder alguna vez y que la actividad física ahora es innegociable, (se me caen algunas lágrimas cuando escribo esto).
Un paciente que está en un duelo muy doloroso logró hacer la lista de cosas por las cuales tiene sentido que él esté en el mundo, y encima pudo alegrarse dentro del dolor que siente, por un objetivo increíble que logró.
Otro que sufre de ansiedad generalizada, aprendió a meditar y a hacerle espacio a la ansiedad sin temerle tanto, apoyándose en la evidencia y no en el mundo de sus pensamientos que a veces lo atormentan.
Mi profesión es realmente increíble, me apasiona, me emociona, siento orgullo y admiración por mis pacientes que luchan su propio camino y que afrontan con valentía el proceso de terapia, que puede ser muy difícil y doloroso pero gratificante también.
Me emociona que las personas me elijan para acompañarlos, no quiero nunca jamás darlo por sentado. Me hacen espacio en su intimidad, en lo más profundo de ellos para poner algo de luz ahí donde poder avanzar.
Me siento orgullosa de cada uno y quería compartirlo❤️🔥🥹✨🧠