
25/04/2025
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
Juan 14:27
¿Lo sabías?
Tan solo bastan 90 segundos de mantener un sentimiento como estrés, odio, ira, pánico, etc para modificar por hasta 6 horas la bioquímica de nuestro cuerpo y dependiendo de la magunitud generar un cuerpo ácido y por lo tanto aparece la “enfermedad”.
Cuando nos sentimos enfadados, el cuerpo entra en estado de alerta, liberando hormonas como el cortisol, conocida como la "hormona del estrés"
Según la neurociencia, esta reacción forma parte del mecanismo de supervivencia, pero cuando la ira persiste, el exceso de cortisol puede causar efectos nocivos en el organismo, como aumento de la tensión arterial, aceleración del ritmo cardíaco y disminución de la función inmunitaria.
Tras un estallido de ira, los niveles de cortisol no vuelven a la normalidad inmediatamente. Los estudios demuestran que el organismo puede tardar hasta siete horas o más en recuperar su equilbrio natural, dependiendo de la intensidad de la emoción y de la capacidad del individuo para afrontar el estrés. Durante este tiempo, el cuerpo sigue en estado de alerta, lo que puede afectar a la salud física y mental.