
09/08/2025
El aroma del café cálido invade el ambiente, mientras me pierdo en la danza silenciosa de la gente que pasa. Cada rostro que veo es un universo entero, una historia que no conozco;pero que siento. Hay miradas que parecen cargar inviernos fríos y silenciosos, y otras que guardan primaveras suaves y eternas.
Me pregunto cuál será su misión, qué heridas llevan, qué sueños todavía abrazan en silencio.
Algunos caminan con prisa, como si la vida fuera una carrera contra el tiempo; otros se detienen, observan, respiran, como si ya hubieran comprendido que el tiempo es solo un espejo. Me doy cuenta de que cada alma lleva su propio mapa invisible: emociones que la guían, lecciones que aprender, amores que marcaron su rumbo.
Y así, entre sorbos de café y pensamientos que se entrelazan recuerdo que todos —absolutamente todos— estamos buscando algo: sentido, paz, conexión, o quizás simplemente un instante donde podamos mirarnos y decirnos, sin palabras, “estoy aquí, y estoy viviendo”.