Mi nombre es Alejandra Reviglione. Empecé a estudiar esta hermosa carrera en el año 2013 a la edad de 37 años y esto es, un poquito, de mi historia..
Nací en Rosario en el año 1975. Cuando niña crecí entre panes, bizcochos, pizzas y facturas, horno a leña, bolsas de harina y bandejas de lata porque mis padres tenían una panadería, y también entre tortas y buñuelos y comida casera de mamá. Mi madre provenía de una familia muy humilde y para ella era muy importante demostrar el amor con la comida, comida que a ella le había faltado, así que en casa nunca faltaba algo rico y sabroso para las comidas familiares.
De niña tenía un peso y estatura normal pero en la adolescencia empecé a tener sobrepeso, debido a los cambios hormonales propios de la edad y mi alimentación que se basaba sobre todo en panificados en cantidades excesivas. Pero yo no registraba mi sobrepeso, hasta que a la edad de 15 años una compañera del curso me dijo: “Alejandra, estás muy gorda, no te das cuenta?? tenés que bajar de peso!, tenés que comer menos, estás muy gorda!”..todavía recuerdo esas palabras y hasta quien me lo dijo..esas palabras fueron como una puñalada en mi interior y un “despertar” para mi, ahí tomé conciencia de mi peso real y de la “mirada de los otros”....Era una chica insegura, muy tímida, demasiado!!!, tanto que hasta me daba vergüenza hablar por teléfono y esas palabras fueron muy duras para mi...Ahí comenzó la “locura” de comer solo una manzana y un huevo por día y hacer mucha actividad física, sin control, y bajaba y subía de peso constantemente. Quería ser aceptada, linda, “flaca”...quería “encajar” y sin saberlo me sumergí en un viaje de ida del que cuesta regresar....
A los 18 años llegué a pesar 64 kilos con una medida de 1,58 mts. La comida era para mi un escape a todos los problemas que tenía (problemas económicos, padres separados, falta de autoestima). Me sentía gorda, fea, tonta y diferente a los demás. Pero no podía dejar de comer. Comía sin control, a escondidas, grandes cantidades de galletitas dulces, dulce de leche, snacks, y todo lo que pudiera comer que fuera rico para mi y estuviera a mi alcance. Para ese entonces conocí una persona que un día que había comido mucho, me sugirió meterme los dedos en la garganta y vomitar para sentir alivio. Me dió un poco de asco y miedo hacer eso, pero igual lo hice, y pronto me vi sumergida en otro mundo de “locura”...sin darme cuenta y sin saberlo, había comenzado con bulimia y anorexia. Si bien me daba culpa darme atracones y vomitar, para mi era un enorme alivio hacerlo y no sabía como parar. Era una forma de “sacar afuera” todo lo que me dañaba por dentro. Además utilizaba purgas, pastillas para adelgazar, tés adelgazantes, yuyos y todo lo que estuviera a mi alcance para perder el “peso” que creía haber ganado en esa comilona sin control. En esa época, allá por los 90, no se hablaba de estos temas y tampoco había demasiada ayuda. Mi madre me llevó a ALUBA pero como no teníamos dinero para pagar el tratamiento, no pude hacerlo. Ella estaba sola y con 4 hijos a su cargo, sin ayuda de nadie, y trataba de dar lo mejor y hacer todo lo que pudiera para que saliéramos adelante.
En 1995, ya hacía un año que comía y vomitaba sin parar. Para mi, vomitar, era una forma de expulsar/quitar de adentro mío todo lo feo que yo sentía que tenía mi vida..y sin saberlo me estaba destruyendo. Había perdido unos 15 kilos en poco tiempo, tenía el cuello hinchado, mis muelas se arruinaron por los ácidos estomacales, me sentía débil y muy culpable luego de “cada episodio”. Me había rasurado la cabeza como queriendo borrar de mi todo rasgo femenino visible. Pero me sentía mal, triste todo el tiempo, comía, vomitaba, lloraba, me odiaba. Para finales de ese año, conocí a quién es hoy mi marido y fue mi gran pilar para poder dejar de comer y vomitar...al empezar a hablar, a poner en palabras lo que me pasaba, pude dejar de vomitar las cosas no dichas , que tanto me dañaban y que estaban dentro mio...
Para ese entonces mis padres habían perdido las 2 casas familiares que teníamos (luego de separarse mi padre vivía en una y nosotros en otra con mi madre) en remates judiciales, así que a los 19 años, en vez de estudiar psicología como había soñado toda la secundaria (hasta me había inscripto) empecé a trabajar. Mi primer trabajo fue limpiando una casa de familia y un taller mecánico (trabajos que mi madre había dejado por estar embarazada y yo la reemplazaba).
1996-Trabajando de playera
Al poco tiempo empecé a trabajar como playera en una estación de servicio, trabajo que realicé hasta los 32 años. Era un trabajo bastante duro, pero es lo que me daba de comer y pagaba las cuentas. Esos años fueron complicados, ya que la situación económica del país era terrible, mi pareja no tenía trabajo estable (hacía changas de lo que saliera) y alquilábamos (yo ya vivía con el, pero igual ayudaba a mamá y mis hermanos que estaban pagando una casa prefabricada) y a duras p***s
llegábamos a fin de mes.
2004
Durante esos años no vomitaba, ni me purgaba, pero tenía épocas que restringía mi alimentación ya que siempre odié estar gorda. Para mi, creo que por mi baja autoestima, estar gorda siempre fue un símbolo de debilidad y de fracaso. En mi mente, comer era sinónimo de “cosas ricas, apetitosas, y en poca cantidad para no engordar” (alfajores, media lunas, sandwiches, helados, dulce de leche). No tenía ni la más remota idea de la función que cumplen los alimentos en el organismo, de la importancia de comer de todos los grupos de alimentos, ni del daño que me hacía al comer de esa manera. Ese mismo año fui diagnosticada con “cistitis intersticial”, enfermedad autoinmune de la vejiga.
A los 32 años pude dejar de ser playera, al fin!! y tuve otros trabajos temporales: Call Center, Vendedora de perfumería, Vendedora de artículos de celulares, hasta hice un curso de peluquera!!!....mi alimentación seguía igual: media lunas, queso, galletitas dulce, mates con alfajores de maicena, pollo, zanahoria, huevo y calabaza. Si bien no tenía sobre peso, no estaba bien alimentada, pero yo no lo sabía....además siempre tenía problemas digestivos y de retortijones abdominales, por lo que cada vez restringía más mi alimentación y empecé a agarrarle miedo a la comida....Yo pensaba que mi alimentación era “sana” porque no consumía carne, ni aceite, ni fritos, ni grasa...pero qué lejos estaba de comer bien!!!! (mucha info en revistas y TV que mareaba y en vez de informarme, me desinformaba y confundía).
En 2012, a la edad de 36 años, me quedé sin trabajo. Y ya no pude conseguir nada..enviaba CVs pero nadie me llamaba. No tenía estudios universitarios, y solo tenía experiencia en ventas, pero la edad ya no me acompañaba (al menos para el campo laboral de este país). Pero en lugar de estar deprimida, estaba feliz! al fina podía disponer de algo de tiempo para mi....Empecé otra vez con molestias estomacales, retortijones, diarrea explosiva, sudoración, no podías comer siquiera una manzana porque me inflamaba!! si comía los típicos fideos con aceite y queso rayado me daban unos dolores terrible de intestinos y terminaba en el baño!!!..Consulté con un gastroenterólogo y me dijo que mis síntomas eran síntomas compatible con “colon irritable”, pero ese diagnóstico para mi nunca tuvo demasiado sentido....Empecé a buscar información en internet, visité a quien en ese momento era mi gastro de confianza...me hizo una endoscopía y solo se veía inflamación crónica...
Entonces ella me sugirió comer “sin gluten” y probar, ya que ella pensaba que podría ser celíaca pero mis prueba daban negativas. Comencé a investigar, a leer todo lo que podía sobre gluten y enfermedad celíaca, sobre todo en páginas de Estados Unidos y Europa y encontré información sobre algo nuevo denominado “Sensibilidad al gluten no celíaca” (SGNC) que es una condición en la cual la persona tiene signos y síntomas similares a la Enfermedad Celíaca y/o Alergia al trigo, pero ambas enfermedades han sido descartadas y la persona nota mejoría de los signos/síntomas al hacer una dieta libre de gluten (DLG).
Decidí probar. Primero eliminé los lácteos, ya que había leído que cuando el intestino está demasiado permeable también hay dificultad para digerirlos y asimilarlos, y por ende produce inflamación, y noté un gran mejoría. Estaba feliz!!! al fin podía comer!! y me “entraba” comida en el estómago y sin dolor!! pero no mejoraba del todo, entonces en junio de 2012 empecé a comer también sin gluten. Fué todo un desafío, ya que no tenía conocimientos de nutrición, ni de alimentación saludable, sumado a mis miedos a los alimentos!!! no sabía qué comer y realmente fue un gran reto para mi!! pero lo tomé como algo positivo!! iba a mejorar!!! estaba convencida de eso!!
Y así fue!!! empecé a comer sin gluten, sin lácteos, y poca azúcar y harinas (sin gluten, obvio) y poco a poco iba mejorando!! hasta los síntomas de las “cistitis intersticial” habían mejorado!!!! .No podía creer lo que estaba experimentando!!! quería gritarlo, contarle a todos!! ayudar a otros!! Justo para ese tiempo había ido por primera vez en mi vida a una nutricionista, ya que necesitaba subir de peso (para ese entonces estaba pesando solo 44 kilos). Al salir de la consulta, no fue lo que esperaba encontrar, ya que parecía todo muy de libro, muy de escuela, pero me ayudó a ver por primera vez en mi vida cómo debe ser una alimentación completa...nada pero nada que ver a lo que yo había hecho toda mi vida!!!! y si bien no pude seguir ese plan alimentario, de ahí pude sacar muchas ideas para empezar a alimentarme mejor.
Fue ahí cuando, como por arte de magia, se me cruzó por la cabeza la idea de ser nutricionista!!! toda mi vida había buscado algo para hacer, que me gustara, que me apasionara tanto que no tuviera que verlo como un trabajo!!! y ahí estaba la respuesta!! frente a mis ojos!!Fué así que lo hablé con mi marido y si bien era una cuota muy costosa para nosotros, el me dió todo su apoyo y me dijo que empezara y luego veíamos como seguía todo...averigué en las 3 universidades que dictan la carrera de Lic. en Nutrición mi ciudad y opté por la que creímos más conveniente.
En 2013 comencé mi carrera, con mucho miedo y ansiedad. Hacía muchos muchos años que no pisaba un aula!! eran todas caritas de niños, casi todos recién salidos de la secundaria, y pensé: qué hago yo acá???? al tercer día casi dejo todo!!! no me acordaba nada de matemáticas, ni física, ni biología, y no sabía nada de química!! Los primero días lo pasé muy mal!! pero algo mío me decía que lo intente “un día a la vez”, “quedate un día más”...y bueno, me quedé y me quedé y cada vez me gustaba más y más lo que aprendía!!! estaba super entusiasmada y feliz!!!
En segundo año, con mucha tristeza y después de pensarlo bien, tuve que dejar de cursar por no poder pagar la cuota, pero a las 2 semanas me llamaron de la universidad para otorgarme la media beca que había solicitado!!! no podía más de felicidad, otra vez seguía en carrera!! tenía otra oportunidad!! Estudiar, rendir, estudiar, rendir!! así pasaron 3 años! de mucho trabajo y esfuerzo y me sentía agotada física y mentalmente!! no es fácil estudiar... pero también me sentía muy feliz!!
Cuando faltaba un año de terminar de cursar mi carrera, en el años 2016, tuve un TEP de pulmón (Tromboembolismo pulmonar: mis pulmones se habían llenado de pequeños coagulitos y no podía respirar). Casi pierdo la vida y se llegó al diagnóstico de casualidad. Fue un año muy difícil, muy duro, y triste. Conté con el apoyo de mi familia, pero no podía dejar de llorar. Yo quería ser nutricionista y todo había quedado archivado. No podía caminar sin que me faltar el aire. Ese año también me quitaron el útero por un enorme mioma....
Pero todo pasa, y al fin estuve mejor. Si bien no tenía ganas, en el año 2017 retomé mi carrera. Ya más tranquila, más serena....Pero siempre firme con la idea en mi cabeza de querer recibirme para poder ayudar a otros...siempre pensé que si yo hubiera sabido la importancia que tenían los alimentos para nuestra VIDA, quizás no hubiera sufrido tanto ni hubiera hecho tantos desarreglos con mi cuerpo, ni lo hubiera maltratado tanto como lo hice.
Esos 3 años hice tratamiento por TCA en Red Unitas, y realmente me ayudó muchísimo!! Mi psicólogo Amílcar (QEPD) fue un excelente profesional que tuvo mucho, mucho que ver en que yo retomara mis estudios después de lo que me había pasado...(lo extraño mucho, falleció de repente el 15 de julio de este año 2019).
Ya me dieron el alta de mi tratamiento, estoy feliz con mi cuerpo, tengo un peso saludable, sigo comiendo sin gluten, pero ya incorporé lácteos (yogur casero que hago yo y quesos), consumo fruta, verduras, carnes, cereales. Me gusta comer y disfruto de una buena comida. También como cositas que me gustan como alfajores, o algún budín o torta, pero ocasionalmente ya que no tengo necesidad de comerlo todos los días!!! Y tampoco tengo la presión que no debo comerlo!!
Se puede comer de todo (a menos que tengamos algún impedimento como alergia o intolerancia o que no nos guste) mientras se haga de una manera moderada, y nutriéndonos bien la mayor parte del tiempo..
Estoy acá para brindarte información que creo que te puede ser de utilidad para comenzar el camino de una alimentación saludable, que se adapte a tus gustos y estilo de vida!!...Creo que a veces es necesario un equipo interdisciplinario que nos ayude a perder o ganar peso, y/o mantener un peso saludable con hábitos saludables, no siempre se trata solo de “comer” o “no comer” o seguir planes alimentarios, a veces la respuesta está mucho más allá, muy dentro nuestro y a veces necesitamos ayuda, es bueno darnos cuenta y pedirla!!!
Creo en el sincrodestino, en que todo pasa por algo y en las señales...si estás leyendo esto, por algo es..si necesitás contactarme o preguntarme algo podés hacerlo por mensaje privado o a mi mail: manitu123@hotmail.com.
Nutriendo Bienestar está para acompañarte en este cambio ..!!.Te mando un fuerte abrazo!!!
Nutricionista Alejandra Reviglione-2020