14/03/2024
¿𝗣𝗼𝗿 𝗾𝘂𝗲́ 𝗲𝗹 𝗮𝗰𝗲𝗶𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗰𝗼 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿𝗮 𝗹𝗮 𝘀𝗮𝗹𝘂𝗱 𝗰𝗲𝗿𝗲𝗯𝗿𝗮𝗹?
El 𝗮𝗰𝗲𝗶𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗰𝗼 se ha ido aplicando con diferentes fines. Entre los cuales destacan su uso como acondicionador para el cabello, hidratante corporal, para combatir el acné, como bronceador, exfoliante, etc…
Pero más recientemente, con el auge de las actividades «𝗳𝗶𝘁𝗻𝗲𝘀𝘀», comenzó a emplearse en la cocina para acompañar múltiples recetas. Sin embargo, la ingesta de este aceite no sólo es efectiva para promover la pérdida de peso. También ayuda a estimular las funciones cerebrales, de acuerdo a la 𝗗𝗿𝗮. 𝗠𝗮𝗿𝘆 𝗡𝗲𝘄𝗽𝗼𝗿𝘁.
El 𝗰𝗲𝗿𝗲𝗯𝗿𝗼 es el órgano de nuestro cuerpo con mayor demanda de «combustible», es decir, requiere de más energía para poder cumplir con todas sus funciones. Su fuente de «poder» es la glucosa, la cual alimenta tanto a las células cerebrales como a las del resto del organismo. Ahora bien, en el caso de los pacientes con Alzheimer, sus cerebros presentan problemas para metabolizar esta glucosa, por lo que las neuronas comienzan a morir y a provocar la sintomatología propia de dicha enfermedad.
Existe otra «energía alternativa» para alimentar el cerebro de las personas que padecen Alzheimer, y proviene de las cetonas. Unos tipos de grasa de cadena media que pueden extraerse del hígado y del aceite de coco, lo que hace a este componente una excelente opción para ayudar a estimular las neuronas de estos pacientes, además de considerarse un aceite seguro y no tóxico. Igualmente, la 𝗗𝗿𝗮. 𝗠𝗮𝗿𝘆 𝗡𝗲𝘄𝗽𝗼𝗿𝘁 avala las propiedades «curativas» del aceite de coco, quien tuvo la oportunidad de evidenciarlo en su esposo, tras incorporarlo en sus comidas diarias.
Además del aceite de coco, también pueden emplearse otros métodos completamente naturales para tratar la enfermedad de Alzheimer, entre los que podemos señalar la cúrcuma, los frutos secos, e incluso el cannabis terapéutico, que si a su vez se aplican con otras alternativas de estimulación cognitiva , pueden obtenerse mayores beneficios, para mejorar la calidad de vida de estos pacientes.
Fuente :Nutr Hosp. 2015;32(2):435-477 ISSN 0212-1611 • CODEN