23/06/2025
Mielopatía degenerativa canina (MDC)
✍La mielopatía degenerativa canina también denominada parálisis posterior o radiculomielopatía, Si bien se desconoce la patogenia, se sospecha de un desorden inmunomediado, es una enfermedad neurológica progresiva que afecta principalmente a caninos adultos de talla grande sin predilección de s**o. Esta patología al parecer presenta predilección a razas como el Ovejero Alemán (en mayor proporción y número de casos presentados) y en menor proporción al Pastor Belga, Viejo Pastor Inglés, Rotweiler, Collie, Gran Danés y Siberian Husky, lo que sugiere que existe una predisposición genética asociada a la misma.
Si bien hasta el presente se desconoce la real etiología de la enfermedad, se sospecha de una disfunción inmunológica del tipo autoinmune, frente al sistema neurológico que produce un daño progresivo del mismo. Esta hipótesis se sustenta por detectarse una disfunción en los linfocitos T en la mayoría de los animales afectados. La MDC tiene cierta similitud con la Esclerosis Múltiple en medicina humana. A causa de cierto factor desencadenante, los complejos inmunes comienzan a circular y provocan un daño en las células endoteliales de los vasos sanguíneos del sistema nervioso central (SNC), que produce una inflamación local, principalmente por activación del sistema del complemento. Esto provoca un depósito de fibrina en los espacios perivasculares. La fibrina se degrada y los productos de degradación estimulan a las células inflamatorias a migrar hacia la lesión. Dichas células liberan prostaglandinas y citoquinas que activan las enzimas tisulares y también la formación de radicales libres, provocando mayor daño tisular.
La respuesta inmune celular en los pacientes de MDC depende del estadio clínico y la severidad de la enfermedad.
✍Los animales con MDC presentan una depresión de la blastogénesis linfocitaria in vitro frente al estímulo de mitógenos inespecíficos como la concanavalina A, posiblemente originada por la presencia de una población de células supresoras circulantes. Quizás la MDC podría ser una enfermedad secundaria provocada por la activación de una población de linfocitos autoinmunes con acción autoinmune hacia el propio tejido nervioso. Ciertos autores han demostrado en algunos caninos con MDC, la presencia de células específicas que reconocen como antígeno a la proteína básica de la mielina canina, como también se han descubierto inmunoglobulinas unidas dentro de las lesiones medulares en caninos con MDC. Los pacientes también muestran un incremento de los complejos inmunes séricos circulantes.
Los antígenos en estos complejos han sido examinados y aparentan ser marcadores específicos para la MDC, no habiéndose encontrado en pacientes sin MDC. La electroforesis de complejos inmunes demuestra que las proteínas presentes son de tipo inflamatorio, las mismas que aumentan en las enfermedades inflamatorias neurológicas caninas.
✍En los inicios de la enfermedad se observa alteración de la propiocepción, dato indicativo de daño medular, hiperreflexia espinal, presencia del reflejo extensor cruzado y del reflejo de Babinsky. La sensibilidad superficial y profunda están normales y hay ausencia de hiperalgesia. Conforme progresa la enfermedad, el animal presenta paraparesia y paraplejía, ataxia, arrastre de los dedos, mioatrofia axial en tren posterior y en la región pélvica, incontinencia urinaria y/o f***l. Cuando la degeneración neurológica involucra al plexo lumbosacro, se observa hiporreflexia. La respuesta a la corticoterapia es negativa.
El curso puede ser recurrente o progresivo constante.
En el examen ortopédico no se observan alteraciones de movimiento, ni anquilosis, ni dolor a la palpación/presión de la columna lumbosacra.
Un diagnóstico diferencial seria con la displasia de cadera, la cual es una alteración frecuente en los caninos adultos y que suele enmascarar a la MDC. Por ello, al presentarse en un mismo animal ambas alteraciones o sospechar la cohexistencia de MDC, es recomendable no implementar el tratamiento quirúrgico de displasia (exéresis de cabeza y cuello femoral, reemplazo total de cadera) hasta que la MDC esté totalmente descartada.
✍Los análisis clínicos son normales a excepción del incremento en las proteínas del líquido cefalorraquídeo (LCR), obtenido por centésis a nivel de la columna lumbosacra. La electroforesis bidimensional de dichas proteínas representa cambios relacionados a la inflamación no específica de MD. La electroforesis bidimensional de las proteínas del LCR aparenta ser un cambio patognomónico de la enfermedad. Además, el análisis de LCR revela niveles elevados de Interleucina 6 (IL6), de la molécula de adhesión intercelular (ICAM) y del factor de necrosis tisular alfa (TNFγ).
Estos datos afirmarían la hipótesis de la etiología inmunológica de la MDC. Es importante la evaluación de un perfil tiroideo (T4libre, TSH) a fin de realizar un diagnóstico diferencial con la polineuropatia hipotiroidea .
Otros exámenes complementarios, tales como las radiografías (RX) resonancia magnética (RM) y mielografía de columna de columna toracolumbar y lumbosacra, son útiles a fin de realizar un diagnóstico diferencial entre alteraciones de signología clínica similar, como por ejemplo espondilosis anquilosante o deformante, protrusión de discos intervertebrales, embolia fibrocartilaginosa medular, neoplasias, fracturas vertebrales, osificación dural (paquimeningitis osificante), abscesos epidurales, luxaciones, etc.
La electromiografía (EMG) no revela disfunción de la neurona motora inferior, lo cual indica que la alteración afecta las vías de la sustancia blanca medular. La prueba de conducción nerviosa no presenta alteraciones. La linfoproliferación in vitro evalúa la respuesta de linfocitos periféricos frente al estímulo de mitógenos inespecíficos. La multiplicación de las células puede ser detectada por incorporación de precursores de ADN como la timidina marcada con isótopos radiactivos permite obtener valores normales para la especie expresados como índices de estimulación.
✍El diagnóstico definitivo se obtiene por los hallazgos anatomohistopatológicos medulares a partir de la necropsia. Macroscópicamente se observa una degeneración de la sustancia blanca, especialmente de los funículos dorsales y ventrales. Microscópicamente se observa lesiones de desmielinización medular, especialmente en la región toracolumbar, con abundante vacuolización en los haces de médula torácica. Ocasionalmente, pueden hallarse lesiones similares dispersas en la sustancia blanca cerebral de algunos caninos. En las áreas severamente afectadas se presenta, también, una disminución cuantitativa de axones, incremento en el número de astrocitos y en la densidad de las estructuras vasculares pequeñas. Muchos pacientes muestran evidencias de infiltrados plasmocitarios renales y en el tracto gastrointestinal, otro dato sugerente del origen autoinmune en la MDC.
✍El objetivo del tratamiento es conservador, a fin de mantener la calidad de vida del paciente. El tratamiento tiene cuatro aspectos básicos: i) ejercicio, ii) medidas de sostén, iii) medicación y iv) minimización del estrés.
1) El ejercicio tiene como objetivo maximizar el tono muscular y lograr una buena circulación mediante ejercicios de intensidad creciente en días alternados hasta lograr 30 minutos de ejercicio aeróbico 2 veces por semana. El paciente debe descansar en los días alternos sin ejercicios, para permitir el normal tono muscular de los músculos y tendones que han sido "forzados" y aumentar la fuerza muscular. El descanso no implica confinación del paciente. El ejercicio por sí solo ayudará a disminuir el avance de la MDC. También se emplea la terapia física de electroestimulación muscular durante 15 minutos, 10 contracciones por minuto.
2) Como medidas de sostén es recomendable el aporte de vitaminas E, C y B a fin de disminuir el avance de los signos de la MDC.
3) La administración oral de ácido aminocaproico ayuda a prevenir el avance de la enfermedad. Este producto se mezcla con caldo de pollo para obtener una solución palatable. Ocasionalmente puede causar irritación gastrointestinal, especialmente en pacientes con problemas gastrointestinales preexistentes. La única interacción conocida hasta el momento, es con los estrógenos, pero sólo a dosis altas. Otra medicación posible de adicionar al tratamiento es la NAcetilcisteína a dosis de 70 mg/Kg. dividido en 3 dosis diarias durante 2 semanas, y luego en días alternos manteniendo las 3 dosis diarias.. La dosis recomendada no aparenta tener efectos colaterales aunque a dosis más alta puede producir vómitos y aumentar el tiempo de coagulación.
4) La MDC progresa a diferentes ritmos en cada paciente y el estrés desempeña un papel importante en su avance. Por ello es importante minimizar las situaciones estresantes en la medida de lo posible. En ciertos pacientes se puede implementar el uso de carros ortopédicos.
Las posibilidades de éxito aumentan si el tratamiento es comenzado tempranamente en el curso de la enfermedad. La respuesta a las dr**as debería hacerse evidente dentro de los primeros 7-10 días.
La similitud clínica entre MDC y discopatías imponen optimizar la evaluación del paciente, antes de determinar un tratamiento. El diagnóstico de MDC se basa en las características neurológicas de curso progresivo, la raza, edad y los datos obtenidos por el examen físico y neurológico del paciente, la respuesta a corticoterapia y resultados de la linfoproliferación. La confirmación del diagnóstico sólo es posible mediante estudio anatomohistopatológico de médula espinal. El tratamiento es sólo sintomático, con el fin de brindar una buena y/o aceptable calidad de vida al paciente.
👉Imagen 1. Bóxer macho de 6 años de edad con paraparesia y ataxia moderada.
👉Imagen 2: Mastin Inglés donde se muestra estudio histopatológico de médula espinal donde se observa degeneración simétrica de axones y mielina abarcando sobre todo la sustancia blanca lateral y ventromedial de la medula espinal a nivel de la L5.
La simetría desaparecía gradualmente hasta llegar a nivel de la L6, donde la degeneración axonal y de mielina abarcaba en especial la sustancia blanca lateral y ventromedial del lado izquierdo. La desmielinización estaba caracterizada por una extensa área de malacia donde se apreciaban abundantes macrófagos conteniendo restos de mielina.
AUTORES:
𝐒𝐮𝐫𝐚𝐧𝐢𝐭𝐢, 𝐀𝐏 𝐆𝐢𝐥𝐚𝐫𝐝𝐨𝐧𝐢, 𝐋𝐑 𝐌𝐢𝐫𝐚 𝐆; 𝐅𝐢𝐝𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐌; 𝐆𝐮𝐞𝐫𝐫𝐞𝐫𝐨 𝐉, 𝐌𝐚𝐫𝐢𝐧𝐚, 𝐌𝐋, 𝐌𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐒. 𝐌𝐞𝐫𝐜𝐚𝐝𝐨. 𝐁𝐮𝐞𝐧𝐨𝐬 𝐀𝐢𝐫𝐞𝐬, 𝐀𝐫𝐠𝐞𝐧𝐭𝐢𝐧𝐚.