20/08/2024
DEL DILEMA AL PROBLEMA
“La realidad está armada en base a contradicciones. No es estática. Y la dialéctica no es solamente un método para entender una realidad cambiante, contradictoria, compleja. Es mucho más. Es una actitud. Una forma de ver el mundo. De concebir las relaciones entre las personas, y entre las personas y el mundo. Es un compromiso vital, un posicionamiento actitudinal ante el mundo y los otros.
No se trata de que nuestro pensamiento dialectice a la realidad. La realidad es por sí dialéctica, contradictoria. La idea es poder reflejar en nuestro pensamiento esas contradicciones que son inherentes y propias a la realidad.
Estas contradicciones toman la forma de dilema. En un grupo que tiene un objetivo común, por ejemplo, el dilema paraliza la tarea, provocando un enfrentamiento entre individuos o entre subgrupos. A su vez, este enfrentamiento va a esterilizar, va a improductivizar, la tarea grupal. El dilema opera como defensa grupal ante la situación de cambio. El trabajo sistemático de las contradicciones, el análisis dialéctico, constituye la tarea central del grupo.
La propuesta es hacer un pasaje del dilema al problema.
¿Qué es un dilema? Es un pensamiento que se caracteriza porque tiene dos modalidades que son excluyentes entre sí. Las cosas son blancas o son negras. No hay más alternativas que dos. Y son dos alternativas que no ofrecen salida, posibilidad. Más que apertura son clausura, cierre, imposibilidad. Es un pensamiento estructurado, rígido, formal, lineal.
Por ejemplo, si uno analiza los comics (dibujos animados) descubre que ya desde la infancia nos presentan el mundo dividido de esta manera. Y después crecemos y creemos que el mundo es así, dividido entre buenos y malos, que no tienen nada de malo los buenos y nada de bueno los malos, bien separados, cuando en realidad sabemos que todos tenemos los dos aspectos y que en alguna medida hay que integrarlos.
¿Qué sería pasar al problema? Que en lugar de dos alternativas excluyentes (díada, dos términos, tesis y antítesis), podamos pensar en tres elementos (tríada, tesis, antítesis y síntesis). Una nueva posibilidad. Integradora. Superadora.
Nosotros estamos acostumbrados al pensamiento dilemático. Exige menos esfuerzo. Es tranquilizador. Organiza y simplifica el mundo y las cosas. Cuando el bueno mató al malo, se acabó el problema y ya no nos angustia nada. El pensamiento problemático es más angustiante, en el sentido que uno tiene que comprometerse más, poner más energía y creatividad para encontrar (jugar) la solución. La realidad es cambiante. Es más tranquilizador pensarla estable. Pero no es así. Tenemos desafíos todos los días y hay que avanzar creativamente, no guarecerse en corazas que empobrecen la vida y enferman. Pasar de un pensamiento dilemático a uno problemático. Es una posibilidad...
Es un desafío aprender a pensar, pasando de un pensamiento dilemático, metafísico, a uno dialéctico, integrador, superador, que desarrolle la capacidad de leer más adecuadamente la realidad para transformarla (y transformarnos nosotros mismos). En lo dilemático los términos del conflicto no pueden ser visualizados en sus relaciones internas, aparecen como totalmente disociados entre sí. Se trata de identificar las relaciones que existen entre los términos del conflicto, los hilos que los unen, para resolver el problema. Esto se consigue desplegando y trabajando el desarrollo de las contradicciones en el seno del grupo. Ningún conflicto puede ser trabajado si no es a partir del desarrollo de sus partes. Y hay que partir de la idea de la necesariedad del conflicto, del obstáculo para la existencia del aprendizaje. Si no existe conflicto no va a poder haber de ninguna manera aprendizaje. Si no hay conflicto, más que una síntesis superadora, lo que habría sería un como sí, un acuerdo y nada más. La contradicción no estaría resuelta ni la posibilidad de avanzar y cambiar en un sentido superador.
"Antes de acercar los polos contradictorios tenemos que desarrollar la contradicción, la diferencia, los desacuerdos. Y esto con lo grupal tiene muchísimo que ver. Muchas veces en los grupos con la cuestión que tenemos que lograr la síntesis decimos: "bueno, vamos de lleno a encontrar la síntesis y nos ahorramos el proceso". Lo que significa, más o menos, decretar el empate antes de jugar el partido. Entonces, nos ahorramos el proceso de desarrollo del conflicto, la pelea. Conciliamos ambos opuestos salteando la lucha entre los opuestos. Ese "acuerdismo" clausura la posibilidad de crecimiento.
La resolución de la contradicción la llamamos síntesis. La síntesis no se produce como un enunciado. No es una construcción teórica. La síntesis siempre es el resultado de una acción, una acción transformadora de la realidad, el resultado de una praxis, la consecuencia de una reflexión y una acción sobre la realidad para transformarla.
La síntesis es una totalidad abierta. Eso significa que la cosa no se agota ahí sino que tiene la posibilidad de seguir creciendo. Precisamente, esa posibilidad de seguir creciendo es la que va a tener la continuidad del proceso.
La palabra síntesis a veces es un poco confusa porque también se usa como sinónimo de resumen. En dialéctica no entendemos la palabra síntesis como resumen, sino como superación, como el tercer término de la contradicción, que contiene y supera a los términos anteriores.
Por otra parte no debemos considerar que un grupo llega a la síntesis cuando alcanza el punto que nosotros creemos que es el "deber ser" de ese grupo. Por ejemplo, nosotros podemos tener una imagen ideal de lo que es un grupo integrado. Eso es lo que nosotros entendemos como el deber ser de ese grupo. Pero no reconocemos las sucesivas síntesis a que se ese grupo va llegando y adquiriendo en su proceso de integración, los logros que ese grupo va teniendo. ¿Por qué? Porque estamos tomando como referente a "nuestro" grupo ideal, lo que implica estar permanentemente trabajando sobre la carencia de ese grupo y no sobre el logro. Esto es negar la noción de proceso. Proceso significa sucesivas síntesis. Cada una contiene y supera a las anteriores. De tal manera, que no se puede hablar de una síntesis a la cual el grupo tiene que llegar. El grupo logra la síntesis que puede de acuerdo al momento del proceso en que se encuentra”.
Jaim Rozenbom
La dialéctica y la Psicología Social (2). El Método Dialéctico.
En: 1968 grupalista. Biblioteca de Psicología Social Pichoniana
https://milnovecientossesentayocho.blogspot.com/2014/11/la-dialectica-y-la-psicologia-social-2.html
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