
18/08/2025
Me convencí de que lo que tenía era un privilegio: estabilidad, un título universitario, un camino “correcto”. Pero cada vez que imaginaba dedicarme a lo que realmente me apasiona, sentía una mezcla de vértigo y alivio. Vértigo por dejar atrás lo que “debería” hacer. Alivio por pensar que, tal vez, todavía hay un lugar para mí donde pueda respirar sin culpa. El problema es que no sé si tengo el coraje para ir a buscarlo.
¿Y si tu vida no se define por lo que “deberías” hacer, sino por lo que no podés dejar de soñar?
📩Guardá este post para recordártelo cuando el miedo te quiera convencer de quedarte donde ya no respirás.