
07/08/2025
¿Es un grito? ¿Es una afirmación? ¿Es una súplica? ¿Es una medición de fuerza?
“No me consumirás “
Hoy el tiempo y todo lo que se ofrece para ser consumido se ha convertido en el principal rival y aliado, a la vez. ¿Qué pasa con el tiempo hoy? ¿Nos consume? ¿Lo consumimos de más? ¿Queremos ganarle la batalla? ¿No queremos que nos consuma? ¿Hay mucho por consumir y lo quiero todo?
El tiempo, lo que devora.
Lo que nos tragamos.
Lo que nos traga.
Las rutinas, las expectativas, la productividad sin pausa, el hambre de éxito, las redes, la mirada del otro, el pasado sin digerir.
Consumimos para llenar.
Nos consumimos para encajar.
Y en el intento, a veces, desaparecemos, nos desaparecemos.
El consumo no siempre es comida, no siempre alimenta, no siempre sacia o sacia demasiado. A veces lo que se muerde es el tiempo, el cuerpo, el alma, los vínculos, la espera.
Tragarse un reloj va más allá de una foto,
hay una cuota de eso en cada síntoma del consumo que grita, sin sonido audible, que algo no anda bien.
“No me consumirás”.
Ni vos, ni eso, ni aquello que ya no quiero más.
Porque a veces resistir es también cerrar la boca a tiempo, al tiempo y también a algunas circunstancias, aunque se presenten como oportunidades.
Fotografía de