12/04/2021
NO A LA MAFIA DEL MERCADO INMOBILIARIO.
SI AL DERECHOA A LA VIVIENDA Y A UN ALQUILER JUSTO.
El poder inmobiliario ya logró voltear el Decreto 320, ahora va por la Ley de Alquileres.
En definitiva quieren que nada ponga límites a la especulación y a la concentración. Extorsionan con un golpe de mercado, retrayendo la oferta de los inmuebles en estos días donde la finalización del Decreto de Alquileres hizo aumentar la demanda, logrando que treparan los precios de los alquileres a niveles exorbitantes.
Esta pandemia puso de relieve la solidaridad y el compromiso de muchos. Pero también hizo evidentes las miserias de quienes siguen buscando sacar su tajada de la crisis, a costa de las necesidades y padecimientos de millones de argentinos.
Siguen discutiendo su rentabilidad mientras los precios se alejan cada vez más de la realidad de los ingresos de la mayoría de las familias trabajadoras.
En el marco de una situación de emergencia sociosanitaria sin precedentes en la historia, el Estado no puede ceder ante las presiones de las cámaras inmobiliarias. Debe regular el mercado para garantizar la función social de la vivienda, y poner freno a quienes especulan con ganancias obscenas y métodos mafiosos a costa del techo de los inquilinos, y esto se consigue con un órgano de control con poder de sanción.
Quienes reclaman y obtienen blanqueos de capitales o eximiciones de impuestos para la construcción, que en su gran mayoría destinan a inmuebles de lujo (muy alejados de la demanda habitacional existente), se escandalizan cuando la intervención estatal beneficia a los más vulnerables.
El gobierno nacional y los gobiernos provinciales deben intervenir de manera urgente. La segunda ola ya está creciendo de manera vertiginosa: en este contexto no puede haber desalojos y que la salida ser la calle. Tampoco es factible pensar en una recuperación de ingresos que permita saldar lo adeudado.
Es imprescindible avanzar con una política de Alquileres Cuidados, que establezca precios de referencia, incorpore viviendas de alquiler actualmente ociosas a través de tributación y/o eximición de impuestos, y que conforme un parque de viviendas privadas y estatales que funcione bajo este régimen de protección.
La única forma de atravesar esta segunda ola con el menor daño posible, tal como lo hicimos en la anterior, es con una fuerte y decidida acción mancomunada entre la sociedad, sus organizaciones y el Estado, para que ninguna familia quede sola y desprotegida frente a la pandemia.