18/06/2025
Cinología Aplicada
Hay factores que influyen sobre la displasia de cadera en perros, la genética, la nutrición, condición corporal, el medio ambiente y otros factores externos de manejo.
Aunque dos reproductores aprueben sus exámenes de caderas, si una raza tiene predisposición a esta enfermedad, puede aparecer, más aún si hay factores como nutrición inadecuada, obesidad, un medio ambiente hostil e inadecuado y un manejo desastroso con alto impacto por ejercicios forzosos.
El ejercicio forzoso en un cachorro y juvenil de razas de trabajo y entre otras, puede tener consecuencias graves, especialmente en razas propensas a problemas articulares como la displasia de cadera.
La cuál es una malformación de la articulación coxofemoral (donde se unen el fémur y la pelvis). En vez de encajar bien, la cabeza del fémur se mueve de forma inestable dentro de la cavidad de la cadera, lo que causa desgaste, dolor y, a largo plazo, artritis.
Durante la etapa de crecimiento, los huesos, cartílagos y ligamentos de los cachorros son inmaduros y frágiles. El ejercicio forzoso (como correr largas distancias, subir y bajar escaleras repetidamente, saltar desde alturas o jugar de forma intensa por mucho tiempo) puede causar:
1. Microtraumatismos en la articulación
Esto altera el desarrollo normal de la cadera y empeora la laxitud articular (la “flojedad” que permite el movimiento anormal del fémur).
2. Inflamación crónica
El exceso de carga sobre una articulación inmadura produce inflamación, lo que puede alterar el crecimiento del cartílago y favorecer una mala alineación articular.
3. Desgaste prematuro
La fricción anormal entre huesos desgasta el cartílago y causa dolor desde temprana edad.
4. Desarrollo de displasia o su empeoramiento
En perros genéticamente predispuestos, el ejercicio excesivo o inadecuado acelera o agrava el desarrollo de la displasia de cadera.
NO Caminatas largas o a paso rápido antes de los 12-18 meses (especialmente en razas pesadas y grandes).
No !!! Correr junto a una bicicleta ¡¡¡
No Jugar a lanzar pelotas sin control.
No Saltar obstáculos o desde muebles altos.
No Entrenamientos muy intensos.
LO QUE SI SE RECOMIENDA
Paseos cortos, suaves y frecuentes, adaptados a su edad.
Juegos suaves en superficies blandas, como césped.
Estimulación mental y socialización, que cansan sin dañar el cuerpo.
Nadar (en razas adecuadas), porque es un ejercicio de bajo impacto.
El ejercicio forzoso en cachorros puede causar o agravar la displasia de cadera, especialmente en razas grandes.
Lo ideal es ofrecerles una actividad física controlada, adecuada a su edad y etapa de desarrollo, para asegurar un crecimiento sano y prevenir problemas articulares a futuro.
Jonnathan Lugo Carvajal.,
Médico Veterinario., Diplm., Esp., MSC.