06/05/2025
Como no nos enseñaron a perder, pensamos que la vida solo es buena cuando conquistamos nuestros sueños. Cuando compramos una casa, nos casamos o nos dan el ascenso por el cual trabajamos.
No nos enseñan a sentir frustración porque algo no salió como esperábamos. De alguna forma pensamos que lo bueno de la vida sucede en los márgenes de la perfección.
No nos enseñan que perder también está bien. Que a veces para conseguir algo necesitamos muchas horas de vuelo.
La vida es buena, aunque no siempre lo sea.
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