13/08/2025
Un día comprendí a la mamá que vestía a sus hijos con ropa cómoda para que pudieran disfrutar y a la mamá que no lo hacía porque no tenía tiempo de ponerles la ropa de fiesta porque salía volando del trabajo, también a las que llegaban con pequeños príncipes y princesas perfectamente combinados.
También a aquella mamá que dejaba a sus hijos descalzos porque creía que era saludable el contacto con el suelo y a la que por nada del mundo se los quitaba para que no se enfermaran.
Entendí a la que llegaba a una reunión con cara de apuro pidiendo que alguien cuidara a su hijo para poder ir al baño o comerse algo con tranquilidad. Y a esa mamá que no compartía a sus hijos con nadie.
Entendí a la que llegaba tarde...
Comprendí a aquella mamá que solo le permite comer cosas saludables y orgánicas.
Comprendí a aquella mamá que no sabe qué hacer con un episodio de llanto y capricho de su hijo en el supermercado.
Como también comprendí...
a la que amamanta,
a la que no,
a la que vuelve a trabajar rápido,
a la que decide quedarse en casa,
a la que hace home office,
a la que hace colecho,
a la que le encanta la idea de mandarlos a dormir a su propio cuarto.
A todas...
Porque soy mamá y acepté no ser perfecta porque no pude.
Acepté mi estilo propio, y sigo aprendiendo, me veo en cada una, abrazo y ayudo a las que puedo y me abrazo junto con ellas.
(Créditos al autor con pequeñas modificaciones de mí🌟)
Si te gustó, guárdalo para recordarlo o envíalo a alguna mamá que necesite saber esto.