01/09/2025
Magno & el portal a la vida.
Desde ayer partió la apertura del corazón. Hoy lo sentí en el útero. Finalmente llegó la información: Magno ya no está con nosotros.
Lo encontramos con su cuerpo violentado, con señales de que alguien quiso hacerle daño. Un dolor hondo que no se explica con palabras. Y aun así, recé por esa alma, porque sé cómo actúa Dios y tengo claridad de Su benevolencia.
En este tiempo de gestar vida, convivo con la muerte. La vida y la muerte son parte del mismo tejido. Magno abrió un portal: no se sana a través del olvido, sino atravesando el dolor y escuchando lo que enseña.
Lo despedimos y lo sembramos en la tierra, cubierto de flores que simbolizan la belleza que nunca muere. Entre sus patas dejé semillas de cacao, alimento del alma, para que su viaje esté nutrido de dulzura y amor. Y puse una llave: para que abra el portal hacia donde su espíritu anhele, y también como legado que deja en mí, abriendo caminos para la vida que crece en mi vientre.
Magno fue amor incondicional, compañía, protección. Su ausencia duele, pero también abre un espacio sagrado para lo nuevo que llega. Su partida me enseña: cerrar una etapa para abrir otra, y entregar su lugar de guardián a mi hijo.
Siento culpa, siento el peso del daño, pero comprendo que debo enseñarle a mi hijo algo esencial: los ciclos de la vida siempre suceden. La muerte también es un portal hacia la vida, de muchas formas.
Hoy honro a Magno y agradezco su misión cumplida. Lo convierto en semilla de sabiduría para la vida que se gesta en mí.
✨ Nombrar nuestras pérdidas.
✨ Atravesarlas.
✨ Transformarlas en legado.
Lo que amamos nunca desaparece: solo cambia de forma y nos acompaña desde otro lugar.