18/11/2020
✨✨Convertirse en madre es un evento que revoluciona todo tu SER, de manera bastante radical, ¡¡¡especialmente cuando llegas a casa con el bebe después del parto!!! Ahora es el momento de reconocerse, de encontrarse con calma, de olerse, tocarse y mirarse. Es el momento en que tú, la reciente madre, comenzará a entender el ritmo de ese bebe que ahora tienes frente a ti, su ritmo de sueño y alimentación, sus distintos tipos de llanto y todo aquello que conforma su individualidad.
Aquel bebe que soñaste e imaginaste tantas veces, ahora se materializa en tus brazos, como un Ser único y diferente, con su propio temperamento, gustos y su propia sensibilidad. Lo irás explorando y descubriendo día a día mientras vas dejando ir las expectativas que tenías de tu bebe y de lo que sería este periodo inicial junto a el /ella. Mientras más tiempo pases con tu bebe y a cargo de su cuidado y bienestar más competente te harás en su cuidado y en reconocer sus múltiples necesidades. Intentarás entender su llanto, saber qué necesita cuando llora, descubrir cómo calmarlo y aliviar su estrés natural, ¡en un mundo que le es nuevo y desconocido!
✨✨Tu bebe requiere mucho de tu presencia y cuidado al comienzo, ya que debe adaptarse a una vida fuera de la seguridad y tranquilidad que le otorgaba el útero, allí permanecía en constante conexión contigo, protegido por la placenta, abrigado, flotando en su líquido amniótico y alimentándose a libre demanda.
✨La llegada a casa después del parto, es un período intenso, física y emocionalmente, maravilloso y caótico, de amores y p***s, de aciertos y errores, de inseguridades y certezas, donde la ambivalencia se asoma con fuerza cada día. Para poder navegar de manera más amable este período, es importante darse tiempo, proteger tu espacio personal, compartir la responsabilidad con tu compañero, reponer energía y descansar, alimentarse sanamente y exhalar lento y profundo cada vez que te sientas sobrepasada. Escribir lo que sientes (en especial lo que te abruma) ayudará a poner en palabras tu malestar y eso te traerá gran alivio. Es necesario poner límites y rodearte de gente que te hace bien. Permanece muy cerquita de tu bebe, él/ella necesita estar cerca de ti, piel con piel para sentir tu olor, escuchar tu voz, regular su temperatura y su inquietud, con el latido de tu corazón. Tu voz y tu cercanía física serán los recursos más poderosos para calmarlo y regularlo en momentos de llanto y estrés , que este nuevo mundo le provoca. La lograda calma del bebe también calmara a su madre y ya en el transcurso de un par de meses, los dos juntos saldrán del “caos puerperal” inicial y aprenderán a bailar y moverse al son de un compás más armonioso y melódico….