22/09/2025
La Sayona en la Carretera Desierta
En los llanos de Venezuela, los hombres cuentan una advertencia escalofriante: si conduces solo de noche y ves a una mujer hermosa pidiendo ayuda en la carretera… no te detengas. Puede ser La Sayona, un espíritu vengativo que castiga a los infieles y a quienes no respetan a sus familias.
La historia comienza con Andrés, un joven camionero que regresaba a su pueblo tras un largo viaje. La carretera estaba oscura y solitaria, iluminada apenas por la luz de la luna. El motor rugía y el cansancio lo vencía, cuando de pronto vio a una mujer de cabellos largos y vestido blanco, parada al borde del camino.
Levantaba una mano pidiendo auxilio. Andrés, conmovido, redujo la velocidad. La mujer parecía llorar.
—¿Está usted bien? —preguntó al bajar la ventanilla.
La mujer levantó el rostro. Era bellísima, con ojos brillantes y labios rojos como sangre fresca. Su voz era suave, casi un susurro:
—Llévame contigo… estoy perdida.
Andrés dudó, pero finalmente abrió la puerta. La mujer subió, perfumando la cabina con un aroma dulce. El camión avanzó algunos kilómetros, cuando de pronto, el aire se volvió helado. Andrés miró de reojo y notó que la piel de la mujer comenzaba a desgarrarse, revelando un rostro monstruoso, con dientes afilados y ojos negros vacíos.
La figura soltó un grito ensordecedor, un alarido que desgarró los cristales del camión. Andrés intentó frenar, pero La Sayona ya lo había sujetado con garras largas como cuchillas.
Días después, hallaron el camión volcado en la carretera. No había rastro de Andrés. Los otros camioneros juraban que, en esa misma ruta, aún se escuchaban gritos mezclados con el rugido de un motor.
Dicen que La Sayona sigue esperando a solas en las carreteras desiertas, hermosa y mortal, para castigar a quien tenga la mala suerte de detenerse.
Autor ©️.C.C.