05/07/2025
¿Por qué a veces volvemos a viejos patrones aunque sabemos que no nos hacen bien?
Cuando una persona comienza a incorporar nuevos hábitos, formas de pensar o de reaccionar emocionalmente, su sistema nervioso inicia un proceso de reorganización. Estos nuevos patrones, aunque saludables, aún no están consolidados. Mientras tanto, el cerebro, especialmente desde su parte más primitiva (el sistema límbico), sigue considerando que los patrones antiguos son “seguros” simplemente porque son conocidos y predecibles.
Esto explica por qué, incluso cuando una persona avanza, puede experimentar retrocesos o momentos de duda. El sistema nervioso no está fallando, está testeando: va y viene entre lo nuevo y lo antiguo como parte del proceso de integración y aprendizaje.
Desde la neuroplasticidad, sabemos que crear nuevas conexiones neuronales toma tiempo, repetición y seguridad emocional. No basta con querer cambiar; el sistema necesita sentirse seguro en lo nuevo. Por eso, volver momentáneamente a lo viejo no es un fracaso, es parte del camino.
✨ Recordarlo permite cultivar la autocompasión y comprender que sanar no es lineal.
Lo importante no es que no vuelvas a caer, sino que ahora te das cuenta más rápido, eliges diferente y cada vez permaneces más tiempo en lo nuevo.
💬 “Cada paso cuenta, incluso los que parecen repetidos. Tu sistema nervioso está aprendiendo a confiar en lo nuevo.”