11/05/2025
La Maternidad…
Un acto de mor, entrega y responsabilidad.
La naturaleza nos ha bendecido con el milagro de dar vida, una aventura perpetua de amor incondicional, crecimiento y aprendizaje, y la responsabilidad más profunda. Un hilo que empieza a tejerse en nuestro vientre y se hace infinito.
Desde el primer momento se crea esa conexión. Un hilo invisible que se nutre del amor más puro, que no conoce limites, se hace más fuerte día a día, un amor que perdona y protege con ferocidad.
La maternidad es un amor que cuida, se sacrifica sin pedir nada a cambio. Un amor que se despliega en abrazos, palabras de aliento, en tiempo, en dedicación, buscando nutrir la confianza, el amor propio, la responsabilidad, la seguridad, el amor y el respeto hacia si mismo(a). Un amor que les permita crecer y florecer como seres que se aman y aman a otros.
Existimos más allá de la vida que damos. Moldeamos con el ejemplo el futuro de otro ser. Perpetuamos un legado de compasión, resiliencia y humanidad a través de las generaciones, pero también podemos perpetuar el desamor, la comparación y la desconexión.
Existimos en las relaciones que crean nuestros hijos, en lo que son con otros, en la descendencia que tienen; nuestra huella de amor o desamor, queda. Por eso es la responsabilidad más importante que podemos asumir.
SIGUE EN EL SEGUNDO COMENTARIO.