03/08/2023
Conocimiento y paz en la acción: ser lucero y no guerrero.
Por Baltasar Hernández Gómez.
La vida está aquí y ahora mismo para ser el acto más sublime en la experiencia del amor en cualquiera de sus expresiones, la consciencia, la unidad integradora, la abundancia de recursos para ser felices sin percibir "maldad", pérdida, dolor, culpabilidad y miedo.
La vida es un acto, una representación trascendental para despojarnos de los personajes interpuestos por el ego (soberbia, enjuiciamientos, odio, envidia, irá, postergación, separación, competencia, orgullo, etc.) y fluir en un estado de paz donde todo lo que se es este alineado con la fusión de energías.
La vida es un continuo de conocimiento y paz que reencuentre a cada instante el amor que somos... Sin guerrear, sin sentirnos víctimas o victimarios, sin dividir la esencia que nos haga sucumbir al juego perverso y la locura de la soledad mundana, que sólo desea hacernos homogéneos, conformistas, pasivos y sometidos a los valores y conductas que benefician a la oscuridad de la codicia y la división.
La vida es saber que compartir es un dar y recibir de conocimientos y prácticas que nos hagan libres. Vivir es volar literalmente en los cielos internos que nos hagan tener poder para percibir y sentir que somos uno y que por tanto lo que hagamos tiene que ser una maravilla: la extraordinaria lección de ser, estar y hacer lo que nos llene sin reservas de ningún tipo.
La vida es para vivirla en, por y para el amor, agradeciendo y compartiendo.
La vida no se hizo para ser un campo de batallas que den sufrimientos, sino para construir paraísos abiertos que sean estancias infinitas e inmortales para estar bien, bien estar.
Quitémonos armas y corazas blindadas y permitamos que todo llegue a nosotros, para tener y desechar sin acumulación. Seamos luceros y no guerreros, dadores y receptores de todo lo que existe en lo tangible e intangible de la dimensión donde actualmente nos encontramos. Pensemos en la inmortalidad y no en la finitud de lo que creemos ser.
Vivir no es ganar por ganar. Vivir no es estar en un estado de lucha, retención o posesión, sino es compartir y hacer todo lo que nos haga ser y estar mejores.