20/04/2022                                                                            
                                    
                                                                            
                                            🧠Hablemos de trastornos 🧠
Tema: Trastornos del Neurodesarrollo. 
Los trastornos del neurodesarrollo son afecciones que tienen inicio en las primeras etapas del desarrollo del niño y se pueden evidenciar con diversos síntomas antes que inicie su formación escolar (DSM IV). Sin embargo, muchos de estos síntomas pasan inadvertidos hasta que el entorno social le exige al niño habilidades que no logra desarrollar (como comunicación efectiva, habilidades escolares, capacidad de juego, entre otros) o las cuales adquiere pero tiene retrocesos en su desarrollo, es decir, parece que olvida lo que ya ha aprendido.
En esta página desglosaremos cada uno de los trastornos descritos en el manual, así como sus características, prevalencia, curso y desarrollo. Es importante mencionar que se requiere de evaluación neurológica para su diagnostico, pero ¿Cómo determinamos si nuestro hij@ requiere dicha evaluación? A continuación te cuento qué señales te ayudarán a identificar que tu hij@ requiere de una valoración con su pediatra. 
 
—Dos meses de edad: 
• No responde a los ruidos fuertes
• No sigue con la vista a las cosas que se mueven
• No sonríe
• Escasa reacción ante caras o voces familiares
• No fija la mirada en la persona que le mira
—Cuatro meses de edad: 
• Duerme mucho y no reclama atención
• No sigue con la mirada las cosas que se mueven
• No le sonríe a las personas que tiene delante
• No mantiene firme la cabeza cuando lo sientan
• No se lleva las cosas a la boca
—Seis meses de edad:
• No trata de agarrar cosas que están a su alcance
• No demuestra afecto por quienes le cuidan
• No se da la vuelta cuando lo llaman suavemente
• No reacciona ante los sonidos de alrededor
• No se ríe ni hace sonidos de placer
• No presenta vocalizaciones recíprocas
• No produce sonidos vocales (“a”, “e”) ni balbucea
• No rueda en ninguna dirección para darse vuelta
• Se ve rígido y tenso con los músculos
• Se ve sin fuerza como blandito
—Nueve meses de edad: 
• No se sostiene en las piernas con apoyo
• No se sienta solo
• No aparece el balbuceo (“mama”, “baba”, “papa”) o imitación vocálica.
• Deja de balbucear (un niño con discapacidad auditiva puede balbucear a la misma edad que cualquier niño, sin embargo, al no oírse, pierde el interés en el juego vocal y deja de hacerlo)
• Se muestra aislado del ambiente 
• No presta atención a canciones o cuentos
• No responde a sonidos familiares (teléfono, timbre, etc.)
• Parece no comprender palabras simples (no, agua, mamá, etc.)
• Ausencia en respuesta a lo que se habla
• No juega a nada que sea por turnos como “me toca a mí, te toca a ti”
• No responde cuando le llaman por su nombre
• Parece no reconocer a las personas conocidas
• No mira hacia donde usted señala
 
— 12 meses de edad: 
• No gatea
• No puede permanecer de pie con ayuda
• No busca objetos que ha visto esconder
• No dice palabras sencillas como “mamá” o “papá”
• No aprende a usar gestos sencillos (saludar con la mano, decir “no” con la cabeza)
• Se lleva libros u objetos muy cerca de los ojos
• Pierde habilidades que había adquirido
— 18 meses de edad: 
• No camina solo
• Se muestra más rígido
• Desconoce para qué sirven las cosas familiares
• No imita lo que hacen otros
• No señala cosas para mostrárselas a otras personas
• No utiliza palabras aisladas para comunicarse
• Utiliza gestos en lugar de palabras para comunicarse
• No comprende órdenes sencillas de una etapa
• Presenta falta de interés por el entorno y por las personas que lo cuidan
• No se da cuenta ni parece importarle si la persona que le cuida se va a o regresa
• Juego estereotipado (juego repetitivo que parece no tener un objetivo como apilar objetos)
• Ausencia de juego imaginativo
• Pierde habilidades que había adquirido
— 24 meses de edad: 
• No extraña
• No imita gestos
• Presenta un número inusual de berrinches por frustración
• Posee un vocabulario inferior a 10 palabras
• No se aprecian combinaciones de al menos 2 palabras
• No imita acciones o palabras
• No sigue instrucciones simples
• No reconoce partes de su cuerpo 
• Presenta un respuesta exagerada o inusual ante ciertos estímulos, (sonidos, texturas, contacto físico)
• Presenta comportamientos repetitivos (aplaudir, mover sus dedos, emitir sonidos)
• Camina con las puntas de los pies
• Pierde el equilibrio con frecuencia
• Pierde habilidades que había adquirido
Ante cualquiera de estos señales es importante consultar con el pediatra tratante del niño.