18/07/2025
“Como nubes y vientos sin lluvia, Así es el hombre que se jacta de falsa liberalidad"
(Proverbios 25: 14)
Cuando “yo” estoy en el centro de todo en mi vida, eso es pecado.
Todos tenemos un problema con el “yo”: quiero las cosas a mi manera; haré lo que quiera; tengo que cuidar de mí primero; no tengo tiempo para los demás; yo soy lo más importante y me alabo a mi mismo con mi boca.
"Alábete el extraño, y no tu propia boca; El ajeno, y no los labios tuyos."
(Proverbios 27: 2)
"Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias.
Toda jactancia semejante es mala"
(Proverbios 4: 16)
El corazón del "pecado" es el "yo".
La raíz del pecado es el egocentrismo, expresado en el orgullo y la soberbia humana; por qué del corazón salen los buenos y malos pensamientos.
(Mateo 15: 19)
¿Dónde más se aplica esto?
Todo "crimen" es egocéntrico. Muchos problemas sociales en el mundo actual se deben a poner el "yo" en el centro y decir: " Soy mejor que tú".
Como el fariseo:
"Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano".
(Lucas 18: 11)
¿Qué otros pecados egocéntricos cometes cuando empiezas a vivir una vida centrada en el “yo”?
Empiezas a quejarte y a criticar. Te vuelves envidioso, arrogante, soberbio, desafiante y despiadado, porque buscas la gracia para ti, pero no para los demás.
"También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.
Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites mas que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita."
(2 Timoteo 3: 1 - 5).
¿Cuáles son los resultados de vivir una vida egocéntrica?
Culpa, cansancio, pesimismo, hostilidad y vacío, todo con el "yo" como eje central.
¿Cuál es el único antídoto para una vida centrada en el yo?
Es darse cuenta que Dios mira desde lejos al altivo y se agrada más de los humildes:
"Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos"
(Salmos 138: 6).