19/02/2025
Los aceites vegetales refinados (soja, girasol, canola) se han promocionado como opciones saludables y cardioprotectores, pero la evidencia científica nos muestra todo lo contrario. Su alto procesamiento químico y contenido en ácidos grasos poliinsaturados oxidados, los convierten en un riesgo para la salud.
🔬Evidencia científica.
1️⃣ Inflamación y estrés oxidativo: Un meta-análisis en The BMJ (2016) reveló que el alto consumo de aceites ricos en omega-6 (como soja y girasol) puede aumentar la inflamación y el estrés oxidativo, promoviendo enfermedades crónicas.
2️⃣ Riesgo cardiovascular: En The Lancet (2017), un ensayo clínico mostró que el refinamiento de estos aceites genera grasas trans, asociadas con mayor riesgo de aterosclerosis y enfermedades cardíacas.
3️⃣ Obesidad y resistencia a la insulina: Estudio en Diabetes Care (2018) vinculó el consumo frecuente de aceites refinados con una mayor resistencia a la insulina y un aumento del riesgo de obesidad.
4️⃣ Oxidación y toxicidad: Cuando se calientan a altas temperaturas, estos aceites generan aldehídos tóxicos, sustancias asociadas con daño celular y neurodegeneración (Journal of Lipid Research, 2019).
🌿 Aceite de oliva extra virgen: la excepción en crudo.
✔ Protección cardiovascular: El estudio PREDIMED, publicado en The New England Journal of Medicine (2018), demostró que el consumo de aceite de oliva extra virgen reduce significativamente el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares.
✔ Poder antioxidante y antiinflamatorio: Investigaciones en Journal of Nutritional Biochemistry (2020) confirmaron que los polifenoles del aceite de oliva tienen efectos protectores contra el envejecimiento celular y la inflamación crónica.
🚨 Los aceites vegetales refinados no son productos naturales como nos venden. Son subproductos de la industria agroalimentaria, extraídos con disolventes químicos y procesados a altas temperaturas desnaturalizando su estructura y volviéndolos tóxicos para la salud. Su consumo masivo es reciente en la historia de la humanidad, y los estudios evidencian que su impacto en la salud es y podría ser más problemático de lo que imaginamos.