28/11/2025
Hay momentos en los que sanar no se siente bonito…
se siente incómodo, disruptivo y, a veces, incluso conflictivo.
Cuando empiezas a poner límites, a elegirte, a decir “esto ya no”, es normal que algunas personas reaccionen mal.
No porque estés haciendo algo incorrecto, sino porque tu cambio desafía dinámicas que siempre te pidieron quedarte igual.
Sanar te confronta, pero también te libera.
Y aunque duela al principio, es un camino que abre espacio para relaciones más sanas, decisiones más claras y una vida más tuya.
Si quieres aprender a poner límites, a reparar heridas o a crecer sin miedo, podemos acompañarte.
Tu proceso no tiene por qué hacerlo solo. 💙🌿