14/02/2025                                                                            
                                    
                                    
                                                                        
                                        Un poco más sobre los campos mórficos y morfogeneticos
todas las veces que un miembro de una especie aprende un comportamiento nuevo, cambia el campo morfológico o productor para la especie. Este cambio es, al principio, apenas perceptible, pero si el comportamiento se repite durante cierto lapso de tiempo, su resonancia mórfica afecta a la especie entera. La matriz invisible es un campo morfogenético. Así, por ejemplo, todas las veces que se genera un átomo, una molécula u otra unidad mórfica, esta produce primero un campo morfogenético que regula todas las posteriores unidades del mismo tipo. La influencia del campo morfogenético produce un efecto remoto tanto en el espacio como en el tiempo. Aparentemente la forma no está determinada por las leyes físicas fuera del tiempo, sino depende de la resonancia mórfica a través del tiempo.
El aparato genético, por ejemplo, se puede concebir como el mecanismo físico que recibe la información del campo morfogenético, en forma comparable a como recibe un aparato de radio o de televisión las señales invisibles.
La hipótesis explica muchos fenómenos enigmáticos en la investigación científica cuando ocurre un cambio en una unidad y sus efectos se trasladan vía los respectivos campos morfogenéticos a todos los campos existentes y a los que existirán en el futuro. Ya que el sistema nervioso también está gobernado por campos morfogenéticos, la hipótesis de Sheldrake tiene poderosas implicaciones para la teoría del aprendizaje. Así, por ejemplo, se podría postular que, si un número de ratas aprende a cumplir una tarea nunca antes realizada por ratas, entonces otras ratas en cualquier parte del mundo deberían aprender la tarea más fácilmente y en ausencia de cualquier tipo de conexión física o de comunicación.
En realidad, existe evidencia de que ocurre esta resonancia del aprendizaje. Ya en 1920, el fisiólogo McDougall encontró que generaciones sucesivas de ratas aprendieron a escapar de un laberinto especialmente diseñado más rápidamente que la primera generación. Incluso cuando las ratas procedían de crías de ratas con aprendizaje particularmente lento, persistía el efecto.
Es entonces que los campos mórficos en general son campos que guardan o almacenan y actualizan información sobre las formas de diferentes cosas (“morfo” viene del griego morphe que significa “forma”), diciéndolo de una manera muy simplificada: los campos mórficos contienen información energética sobre la forma de algo. Un campo mórfico es algo que tiene cierta información para después realizar ciertas formas y tareas.
Podemos incluir la sutil diferencia que se da en un campo morfogenético, que es el mismo campo, pero ampliado
Se habla de un campo morfogenético cuando un campo mórfico recibe nuestro enfoque, o mejor dicho, nuestra consciencia (“génesis”. Esa palabra también viene del griego y significa “el nacimiento” o “parto”, “el origen/comienzo” o la “creación/formación”)
Para hacer una analogía sobre la diferencia entre un campo mórfico y un campo morfogenético quiero usar el siguiente ejemplo:
Imagina que encuentras en tu ordenador un archivo lleno de fotografías viejas o tal vez mails de amor, y que este archivo está bien escondido en una carpeta o en una memoria (pendrive) y que durante muchísimos años no has pensado en ella. El archivo esta ahí, la información está ahí, cada foto está ahí, cada mail con sus contenidos está allí en esa carpeta. Pero a lo largo del tiempo
simplemente no has puesto ninguna atención en esto, la has olvidado.
Y ahora mismo estás haciendo limpieza y reencuentras ese archivo. Lo miras, lo abres y con mucha atención reencuentras estas fotos que desde hace 10 o 15 años no has mirado, mails con temas que en su día han sido muy importantes y emocionantes para ti.
Hasta el momento en el cual te dedicas al contenido del archivo, la información de las fotos y los mails representan una imagen muy buena e intensa, para un campo mórfico.
Si ahora mismo enfocas tu consciencia en los contenidos de las fotos y lees los mails, al instante empiezas a revivir esos instantes tu atención es captada por esa información y de repente sientes algunas emociones relacionadas, tal vez con algún amigo, con un familiar querido o una persona amada que no has visto durante mucho tiempo... Teniendo estas fotos y esos mails por primera vez en la mano después de 10 – 15 años, experimentas emociones, y algo pasa, tal vez estás con una sonrisa enorme o te vienen lágrimas y vives por un momento un estado muy sentimental, sin duda algo emocional.
En ese momento nuestra energía cambia y empieza a colapsar una frecuencia vibratoria concreta que va a resonar con la información contenida en un campo mórfico en particular, digamos este efecto viene porque hemos puesto nuestra atención en el campo mórfico de la situación olvidada.
Relacionando este principio con los campos mórficos y morfogenéticos podemos saber cómo funcionan: cuando alguien, un ser vivo, pone su consciencia en un campo mórfico (genera una resonancia, que es igual a la longitud de onda de ese campo), logra que ese campo mórfico reciba “su información” o “génesis” y con nuestra consciencia cambiamos ese campo mórfico a un campo morfogenético.
Los campos morfogenéticos dan vida a la información de las formas del campo mórfico y así, con toda la consciencia o la energía que la información recibe, la forma se materializa en la vida tridimensional.
En otras palabras, la consciencia (información) que mandamos a un tema, transforma su campo mórfico –con la información guardada– a un campo morfogenético que da vida a la información contenida.
D. Maciel.