01/04/2025
¿𝘾𝙪á𝙣𝙩𝙖𝙨 𝙫𝙚𝙘𝙚𝙨 𝙥𝙤𝙨𝙩𝙚𝙧𝙜𝙖𝙨𝙩𝙚 𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙚𝙣𝙩í𝙖𝙨… 𝙥𝙤𝙧𝙦𝙪𝙚 𝙣𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙚𝙘í𝙖 “𝙩𝙖𝙣 𝙜𝙧𝙖𝙫𝙚”?
A veces no es que no queramos hablarlo.
Es que aprendimos a minimizarlo.
A cargar en silencio.
A creer que “uno debería poder solo”.
🌀 Y aunque no lo parezca, eso que sentimos en el día a día —lo que abruma, lo que cansa, lo que duele— también importa.
⛔ No tienes que esperar a “estar al límite”.
Ni sentir que tienes que justificar tu malestar para pedir ayuda.
🧠 La terapia no es solo para “los que están mal”.
Es también para quienes quieren escucharse.
Replantearse.
Reinventarse.
Volver a lo esencial: a lo que disfrutan, lo que valoran, lo que les importa.
🌱 Porque empezar un proceso terapéutico es un compromiso contigo.
Con tu forma de pensar, sentir, actuar.
Con tus tiempos, tus dudas, tus avances.
✨ Y no, la terapia no es mágica.
No es inmediata.
No es lineal.
Pero es un espacio seguro para empezar a entenderte,
y tomar decisiones desde un lugar más consciente y autónomo.
🔍 Hay muchas terapias, muchos enfoques, muchos estilos.
Pero lo importante es que conectes con tu proceso,
con lo que necesitas, con quién te acompañe.
🤝 Y si alguna vez tuviste una mala experiencia,
quizás solo no habías encontrado aún el espacio adecuado para ti.
🌿 Este post no es para convencerte. Es para que te escuches.
💬 Y si algo de esto te resonó, te invito a compartir tu experiencia, tu duda o tu historia.
💚 ❤️ 😊