29/08/2025
LOS ELEGIDOS
Se dice que estos “elegidos” no tuvieron una vida fácil…
Así es una vida no muy fácil si , no dura v viendo con gratitud .
Lejos de lo que se podría pensar, estos individuos no han tenido una encarnación idílica, con unos padres amorosos, una infancia divertida, trabajos y parejas de ensueño…
La vida de los que eligieron la senda del despertar espiritual está marcada por el sufrimiento y el trauma.
¿PORQUÉ ASÍ?
Son las experiencias que ellos mismos decidieron vivir antes de encarnar en el plano de La Tierra, sabedores del aprendizaje que les brindaría, con el tiempo, el haber pasado a través de ellas.
No estamos hablando de que el fin justifique los medios (lo vivido), sino simplemente hablamos de la causa y el efecto.
Es frecuente que los que eligieron transitar en esta encarnación su despertar espiritual, decidieran encarnar en familias y hogares disfuncionales, con algún progenitor alcohólico, adicto al juego, maltratador, abusador, donde las peleas físicas o verbales en el hogar, las faltas de respeto, los maltratos físicos o psicológicos, los gritos, los insultos y un ambiente de tensión permanente, estuvieran a la orden del día.
Este tipo de trauma infantil temprano, marca en el alma recién encarnada un profundo estado de angustia, de miedo y de alerta incesante, por aquellos progenitores que, lejos de cuidarlo y darle la seguridad, la protección y la estabilidad emocional que necesitaba, se convertían en figuras de riesgo para él o para ella.
Su sistema nervioso híper estimulado comienza a desarrollar una sensibilidad especial a todo signo de riesgo, peligro o adve@rtencia en sus progenitores.
Tengan en cuenta que estamos hablando de un niño DESPROTEGIDO, que no se sabe alimentar, cuidar y proteger por sí mismo, darse la seguridad que necesita y que depende de esos progenitores en continua guerra, violencia y enfrentamiento, para realizar esas funciones que para él son VITALES.
Con esta especial sensibilidad y atención que el niño va desarrollando, se transforma en un futuro PAS (persona altamente sensible) que, en realidad, es una persona altamente traumatizada, fruto de tener que vivir, desde su más tierna infancia, en el miedo, el peligro continuo y la supervivencia.
Su sistema nervioso se adaptó, en la forma que supo hacerlo, para garantizarle esta supervivencia en medio de un ambiente de inseguridad y hostilidad continua.
El infante desarrolla también otros mecanismos de supervivencia diferentes a esta alta empatía (capacidad para leer y conectar fácilmente con el sentir de los otros).
Su psique interpreta que, si comporta a la perfección, haciendo todo lo que se espera o exige de él, no provocará la rabia de unos padres ya de por sí irascibles, emocionalmente alterados e inestables.
Comienza entonces a volverse perfeccionista y altamente servicial, convirtiéndose desde su más tierna infancia en un pequeño adulto que debe responsabilizarse de tareas y cuidados que deberían corresponder a los progenitores y no a él.
En la etapa adulta, este niño altamente traumatizado se convierte en un “cuidador compulsivo”.
De pequeño aprendió que cuidar de otros, incluso aunque estos lo lastimaran (física o emocionalmente) era la única forma de obtener algo de ese afecto y amor de regreso.
Aprendió que no valía por lo que era, sino por todo lo que tenía que hacer para ser merecedor de migajas de amor.
En estas condiciones, el niño, hoy ya adulto, ha quedado en una situación de alta vulnerabilidad, con respecto a aquellas personas que, lejos de amar a sus semejantes, buscan aprovecharse de ellos, obteniendo algún tipo de rédito o tajada en sus relaciones, los cuales perciben inmediatamente la alta sensibilidad y actitud servicial de estos incautos o sea, su VULNERABILIDAD.
Se convierte en una tierna ovejita frente a las fauces de un lobo hambriento.
Después de muchas vivencias traumáticas, no solo en la infancia, sino también en la etapa adulta, llega un momento que esta alma comienza a abrir los ojos y a despertar.
Se da cuenta del entorno hostil en el que habita y comienza a aislarse para buscar una salida, algún tipo de solución que pueda encontrar.
Comienza entonces: la noche oscura del alma (la travesía del desierto), un largo peregrinaje por toda la oscuridad, heridas, traumas y emociones alteradas que lo habitan, del cual renace un nuevo ser que nada tiene que ver con el anterior: El espíritu.
¿QUÉ ES EL ESPÍRITU?
El espíritu es el alma que ha logrado iluminarse y fortalecerse a sí misma, después de haber recorrido su propia oscuridad, sus mayores miedos, temores y rencores.
Nosotros le dimos el nombre de ser energético o ser solar.
Ustedes lo llaman: resiliencia
de haber tenido una vida cálida, cómoda, tranquila y amorosa:
¿Habría despertado?
¿Se hubiera transformado interiormente?
La respuesta es no. Por eso eligió vivir todo eso. El alma era conocedora de la causa y el efecto antes de nacer.
La alta sensibilidad desarrollada en respuesta al trauma, ahora le sirve para leer entre líneas, ver aquello que nadie más puede ver (a pesar de tenerlo delante de los ojos) y también, para escuchar en el silencio (leer los pensamientos-telepatía).
Su alta sensibilidad se transformó en sensibilidad espiritual, convirtiéndose en un receptor sintonizado con aquellos niveles superiores de la existencia que existen adentro de su propia mente (canalizador).
Su empatía y actitud de servicio no se perdieron, se REDEFINIERON.
Ahora, debido a su claridad, ella consigue discernir a quién ayudar con sus dones y a quiénes no.
Aprendió a guardar el oro para los amigos y el plomo para los enemigos.
Ya no conseguirán aprovecharse de ella o usarla para fines aviesos y egoístas, lastimándola en el camino.
Las almas que aún están dormidas son ahora, para ella, tan claras y transparentes como el agua de un manantial.
Aprendió a ser mansa como la paloma, pero también astuta como la serpiente.
Y no, nadie le regaló nada, fue la vida que ella misma eligió vivir antes de encarnar, la que con el tiempo la acabó convirtiendo en el SER fuerte, decidido y repleto de luz y amor que ahora es.
CAUSA Y EFECTO
Muchos envidian a los así llamados “elegidos”, a los poderes o dones que exhiben y que parecen haber recibido, pero muy pocos conocen la historia real que hay detrás de la leyenda o el personaje idealizado.
Por eso sucede que, muchos, a pesar de envidiarlos, no consiguen igualarlos, ni tampoco desacreditarlos o destruirlos, porque su elección de vida siempre fue diferente a la de ellos.
El elegido no solo nace, se hace, con una elección que ya fue tomada por su propia alma antes de encarnar.
De ahí procede el origen del nombre: LOS ELEGIDOS, porque fueron ellos quienes así lo eligieron.
Una vida no , fácil si , no una vida muy dura 🥹 pero viviendo con mucha gratitud 🌀✨