15/07/2025
Callas para no pelear.
Para no incomodar.
Para no perder al otro.
Pero terminas perdiéndote a ti.
Porque cuando no dices nada para evitar el conflicto,
empiezas a vivir en uno más silencioso:
el que se queda adentro.
El que te hace tragar lo que sientes,
aguantar lo que no quieres
y fingir que todo está bien… cuando no lo está.
Callar te da paz por un rato.
Pero a la larga, te quita la voz.