
27/10/2022
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Inteligencia emocional:
cortesía amabilidad y respeto
Las palabras que abren todas las puertas: “por favor” y “gracias” algo tan sencillo que va más allá de la cortesía, es educación y respeto que aprendemos cuando somos niños y hacen la diferencia cuando somos adultos.
La educación y cortesía no se enseñan en ninguna escuela, se enseñan en casa y son la carta de presentación de cualquier persona en un trabajo, con los amigos y la pareja.
Cuando la gente está dispuesta a tomarse el tiempo considerando al otro, a notarlo y hacerlo parte de algo es una sensación única. ¿No te ha pasado que una palabra puede hacer la diferencia para que una persona acepte algo que estás solicitando? La razón es muy sencilla: esas personas que conocemos y que brillan con luz propia nos cambian el día positivamente, por que no se trata de cómo lucen ni la ropa que usan, sólo se trata de quien son.
Cuando vamos por la vida conocemos gente increíble que de pronto se “conecta” y sin saberlo se vuelven parte de nosotros. Esas personas, si te fijas muy bien son las que se relacionan mejor con todos: aquellos que suelen usar -o han desarrollado- la inteligencia emocional de mejor manera. Las personas que tratan con respeto desde que son niños entienden el poder de la palabra “gracias” y su efecto positivo en los otros. Es aquí donde los niños, van a ir despertándose progresivamente al sentido del respeto y descubrir la empatía y reciprocidad -herramientas que reforzaran y ayudarán a establecer relaciones positivas en casi cualquier aspecto de su vida-. Por eso es mejor corregir a los niños a tiempo y dirigirlos adecuadamente para que desarrollen las habilidades necesarias que les serán de utilidad en la vida.