01/11/2021
Lo prometido es deuda y hoy os quería hablar de la dependencia emocional. Aunque afecta a muchas personas, la mayoría de veces no se suele tomar consciencia de ello.
Así pues, la dependencia emocional es un estado psicológico en nuestras relaciones, ya sea de pareja, de amistad o familiar. Esta dependencia afectiva consiste en una serie de comportamientos adictivos y una desigualdad en el roll que asume cada persona dentro de la relación, siendo una la dependiente y la otra de la que se depende.
Las personas dependientes muestran un patrón de necesidades insatisfechas que intentan cubrir con otras personas. Se caracterizan por tener una baja autoestima, muchas inseguridades y poca confianza en sí mismos. Se suelen relacionar de manera poco sana, tienen una necesidad excesiva e insaciable de estar con la persona de la que se depende y desmesurado temor a que la relación se acabe en algún momento.
En estas ocasiones, estas personas se acaban anulando a si mismas, dejando de lado sus necesidades, siendo pendientes a la aprobación y opinión de la otra persona.
Está, por su lado, suele ser persona con carácter dominante, posesivo y autoritario, alimentando una relación tóxica de dominación.
Cuando estamos en una relación de dependencia emocional, esta nunca será sana y probablemente será bastante dolorosa. Estamos constantemente con el enfoque en la otra persona y de esta manera nos olvidamos de nosotros, dejando nuestra “felicidad” y deseos en manos del otro.
Una vez detectamos que nos encontramos en una situación así, es primordial trabajar en nuestra autoestima, abandonar estás relaciones tóxicas, detectar las causas de esta dependencia emocional y aprender cómo no repetir este patrón para crear relaciones sanas y armónicas.