31/12/2024
El Taller de la Existencia
Mientras el viejo año expiraba su último aliento, Lucía contempló el lienzo de su vida en el taller terapéutico. Cada pincelada, cada mancha de color, representaba una experiencia única que la había moldeado en esa íntima relación con su terapeuta.
Algunos trazos eran vibrantes, llenos de júbilo y triunfo, recordándole los momentos en que había superado obstáculos aparentemente insalvables. Otros eran más oscuros, reflejando las sombras de los desafíos que la habían fortalecido. Pero en ese espacio seguro, cada matiz cobraba sentido.
Sonrió al darse cuenta de que cada año era una nueva capa de pintura en su lienzo existencial, una oportunidad para agregar matices frescos y atrevidos con la guía experta de su terapeuta. El año entrante sería su más reciente expresión artística, un espacio en blanco listo para ser llenado con osadía y pasión.
Lucía tomó sus pinceles, sus sueños más audaces convirtiéndose en colores vibrantes en su paleta. Este año no sería una réplica del pasado, sino una eclosión de posibilidades inexploradas. Cada trazo sería una aventura, cada mancha una hazaña por conquistar, y su terapeuta estaría allí, guiándola, desafiándola a descubrir los matices más profundos de su existencia.
Con determinación en su mirada, comenzó a pintar en ese taller terapéutico, sabiendo que su lienzo nunca estaría completo, pues la vida misma era un eterno proceso creativo de autoconocimiento y crecimiento personal.