05/12/2025
Se nos acaba el año y, si miramos alrededor, está ese loop que se repite: estamos cansadxs.
Pero no del cansancio “necesito un spa y un baño de espuma”, que también. si no de ese cansancio más hondo y compartido: de vivir sobreviviendo, de “ya voy tirando como sea”, y mejor ni me pregunto.
Cuando por aquí hablamos de descanso en mayúsculas, hablamos de la P O S I B I L I D A D de dejar de vivir con el sistema nervioso en modo supervivencia ——— Ese cansancio de vivir en scroll infinito, sobreactuando, sosteniendo lo ajeno mientras ni siquiera sabes qué necesitas tú como mecanismo de protección y defensa.
De llegar a la noche y darte cuenta de que no hubo un solo momento para preguntarte: “¿qué necesito YO, más allá de todo lo demás?” una pregunta sencilla en apariencia,
pero que a muchas nos da miedo abrir.
porque intuimos que la respuesta podría empezar a cambiarnos la vida.
Y eso no se cura con un fin de semana libre ni con un retiro-escape de una semana.
Ya sabemos bien que necesitamos otro tipo de descanso: volver al cuerpo, a la raíz, para que nuestro estado base deje de ser la amenaza y empiece a ser un lugar más abierto, con espacio para estar, sentir, amar y disfrutar.
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𓆩ꨄ︎𓆪 Estamos preparando el territorio para el acompañamiento de 21 días: Yoga Nidrā e inmersiones sonoras para enseñarle al cuerpo otro tipo de descanso.
Si quieres regalar descanso (a ti o a alguien que quieres mucho), estate atenta/o a los próximos días: puede que el ritual de empezar 2026, esta vez, sea acostarse a descansar y volver a soñar.
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Os leeemos 🤎