16/11/2025
Estos días en Marrakech viví algo que me dejo una perspectiva profunda.
Entre la sencillez de los mercados, la vida cotidiana centrada en lo esencial y el silencio detrás del movimiento, entendí algo que a veces olvidamos cuando trabajamos en entornos exigentes, llenos de metas, expectativas y estímulos constantes:
Cuando suelto el exceso externo e interno, algo dentro se despeja.
Y entonces la claridad, el propósito y la dirección se abren paso.
Muchas veces creemos que avanzar significa acumular más:
más información, más tareas, más formación, más estrategias, más esfuerzo.
Pero en el mundo profesional y en el emprendimiento, igual que en la vida personal, la verdadera expansión no siempre viene de añadir, sino de liberar.
Liberar ruido.
Liberar creencias que ya no sostienen.
Liberar lo que drena energía.
Liberar lo que no es coherente con quién somos hoy.
En realidad liberar excesos de todo tipo, y a mi personalmente me ayuda mucho liberarme del exceso de información de todo tipo, la que me interesa y la que no.
He vuelto con una certeza renovada:
El liderazgo auténtico empieza dentro.
Y la abundancia, en todas sus formas, nace cuando dejamos espacio para lo que sí importa.
Si te apetece reflexionar conmigo:
¿Qué exceso necesitas soltar para que la claridad pueda llegar?
Si te resuena esta reflexión, estaré aquí cuando quieras profundizar