Pensar Crear Resistir

Pensar Crear Resistir Me llamo Laura. Soy psicóloga sanitaria. He creado esta página para compartir conocimientos y vivencias. Y ofrecer mi trabajo a quien lo necesite.

La psicoterapia es ese proceso que nos lleva a amarnos a nosotros y a los otros más y mejor.

Otoño y otras preguntasLlega el otoño, aún sin lluvia, salvo unas pocas gotas que no dejaron huella. Las hojas caen, per...
25/09/2025

Otoño y otras preguntas

Llega el otoño, aún sin lluvia, salvo unas pocas gotas que no dejaron huella. Las hojas caen, pero el aire sigue seco. La tierra parece sostener la respiración, igual que nosotros.

En estos días, hay una extraña mezcla de belleza en el cambio de estación y sus señales, y de desgarro. El mundo sigue ardiendo —en Gaza, en Bangladesh, en los montes de Guadalajara— y también arde algo dentro cuando sentimos que no alcanzan las palabras, ni los vínculos, ni los gestos. A veces queremos hacer algo, otras veces solo desaparecer un rato. ¿Cómo sostenernos en medio de tanto?

A veces solo queda el silencio, la pausa, el impulso de retirarse.
No tengo respuestas, pero sí preguntas. Y creo que también se puede habitar el silencio, mirar el otoño, darnos permiso para sentir, para detenernos, para reflexionar. En un mundo que nos pide velocidad, tal vez resistir también sea esto: cuidar de nosotros y de lo que aún tiene sentido.

Pero incluso ahí, en el repliegue, algo se mueve. Surgen esas preguntas. ¿Cómo sostenernos en medio de tanto? ¿Qué nos importa de verdad? ¿Con quién contar, en quién convertirnos?

Otras veces, una charla sincera, una lectura, una caminata compartida, nos recuerdan que también se puede habitar este tiempo con otros. Que pensar, sentir y preguntarnos juntos también es una forma de resistir.

Creo en el valor de preguntarse. De hacer espacio para el silencio, para el pensamiento, para el encuentro. En vez de seguir sin mirar, tal vez resistir también sea esto: cuidar lo que aún tiene sentido, buscarnos, y volver —siempre volver— a lo que nos hace humanos.

Cada persona va encontrando sus respuestas, a su ritmo, en sus tiempos. Pero creo en el valor de detenernos, de compartirnos, de hablar, de preguntarnos juntos. A veces, en esa conversación, algo se ordena. Algo se enciende.

Escribir es, para mí, una manera de estar. Gracias por acompañarme en esta reflexión.

📸Pirineo, Francia

ESTOY VIVA COMO FRUTA MADURAGioconda BelliEstoy vivaComo fruta maduraDueña ya de inviernos y veranos,Abuela de los pájar...
08/03/2023

ESTOY VIVA COMO FRUTA MADURA
Gioconda Belli

Estoy viva
Como fruta madura
Dueña ya de inviernos y veranos,
Abuela de los pájaros,
Tejedora del viento navegante.

No se ha educado aún mi corazón
Y, niña, tiemblo en los atardeceres,
Me deslumbran el verde, las marimbas
Y el ruido de la lluvia
Hermanándose con mi húmedo vientre,
Cuando todo es más suave y luminoso.

Crezco y no aprendo a crecer,
No me desilusiono,
Ni me vuelvo mujer envuelta en velos,
Descreída de todo, lamentando su suerte.
No. Con cada día, se me nacen los ojos del asombro,
De la tierra parida,
El canto de los pueblos,
Los brazos del obrero construyendo,
La mujer vendedora con su ramo de hijos,
Los chavalos alegres marchando hacia el colegio.

Sí.
Es verdad que a ratos estoy triste
Y salgo a los caminos,
Suelta como mi pelo,
Y lloro por las cosas más dulces y más tiernas
Y atesoro recuerdos
Brotando entre mis huesos
Y soy una infinita espiral que se retuerce
Entre lunas y soles,
Avanzando en los días,
Desenrollando el tiempo
Con miedo o desparpajo,
Desenvainando estrellas
Para subir más alto, más arriba,
Dándole caza al aire,
Gozándome en el ser que me sustenta,
En la eterna marea de flujos y reflujos
Que mueve el universo
Y que impulsa los giros redondos de la tierra.

Soy la mujer que piensa.
Algún día
Mis ojos
Encenderán luciérnagas.

🎨 Olaf Hajek

ADAPTACIÓN O RESIGNACIÓN- "Se ha adaptado mejor de lo que esperábamos al principio". - "No, se ha resignado".Resignarse ...
13/01/2023

ADAPTACIÓN O RESIGNACIÓN

- "Se ha adaptado mejor de lo que esperábamos al principio".
- "No, se ha resignado".

Resignarse no es adaptarse.
A veces llaman adaptarse a guardar la compostura. O a no molestar, protestar, ni plantear problemas. A veces, a llorar en silencio, a escondidas. Conviene. No hay llamada de atención. Exime a los otros de responsabilidad. Me quedo tan a gusto si un niño o una anciana "se ha adaptado bien" a un lugar, persona, institución, suceso, pérdida. Preferimos llamarlo así porque no hay signos externos que nos cuestionen y nos obliguen, si es necesario, a actuar.

Pero adaptarse implica incorporar algo nuevo: una nueva habilidad, forma de ver las cosas, decisión, un nuevo comportamiento. La adaptación es un proceso activo, incluso creativo que resultó útil. La persona que se adapta diríamos que ha cambiado y, por tanto, sigue desarrollándose, creciendo. A pesar de que pudo no desear la nueva situación, la tomó desde el principio como inevitable, aceptándola y enfocándose en los recursos que tenía o en los que podía obtener para afrontarla. Se podría decir que se rema a favor de la corriente.

Por el contrario, la resignación supone que la persona asume una circunstancia o suceso, evaluado como altamente perjudicial, que hubiera querido evitar pero no ha podido. Tal vez se desarrollaron estrategias o habilidades nuevas, pero de cara a evitar que sobreviniera esa situación que no se acepta, por lo que podrían no ser útiles de cara a afrontar el porvenir a partir de lo ya sucedido. Al no tener éxito es más probable que se viva con una sensación de impotencia, indefensión o fracaso. En este caso se trató de remontar contracorriente y no se consiguió. Las fuerzas están exhaustas, se tiene la sensación de no haber hecho o sido suficiente.
También la resignación puede ser un primer paso hacia la adaptación. Dejar de luchar para impedir que suceda lo que de todas formas va a suceder. Pero luego tendrá que producirse una aceptación de la realidad, una reorganización, un cambio, para que comience la adaptación. Cuando esta aceptación y cambio no suceden puede conducir a un problema de salud, como podría ser un cuadro depresivo. La persona puede quedar fijada en pensamientos contrafácticos (qué otra cosa podría haber hecho para no llegar a este resultado, cuando ya no puede volverse atrás), rumiando y dando vueltas a lo que sucedió y su papel en ello; puede sentirse culpable, enfadada, etc.
Hay que tener en cuenta que las situaciones ambiguas, aquellas en las que tenemos algo de control pero poco, aquellas en las que las pérdidas son ambiguas o que comportan circunstancias o resultados vividos como muy negativos, presentan mucho más dificultad para la adaptación.

Tengamos presente: resignarse no es adaptarse. Si apartamos un poco la visión individualista tan común en estos días, como las ramas que no dejan ver el bosque, la diferencia entre adaptarse y resignarse puede estar en que haya quién ayude a remar.
Esta ayuda, "echar una mano", puede consistir en recursos personales, prácticos, económicos, consejo, cooperación, sostén emocional, acompañamiento... Para ello, no hay que dar por terminado el proceso de adaptación por nuestra cuenta. Solo la persona sabe en qué punto está. Solo si confía, nos lo contará. Podemos empezar por ¿Cómo estas? ¿Qué necesitas?

🌿🌿🌿
Laura Gil Quitián
Psicóloga Sanitaria
623 022 033

CICLOSSe acerca el cambio de año y nos hacemos más conscientes del paso del tiempo. Un año más, otro ciclo entero. Pero ...
26/12/2022

CICLOS

Se acerca el cambio de año y nos hacemos más conscientes del paso del tiempo. Un año más, otro ciclo entero. Pero qué subjetiva es esta dimensión. Nos damos cuenta de su subjetividad, por ejemplo, cuando hay cambios importantes en nuestras vidas. Las personas que cuidan de un bebé y se les hacen las noches eternas, durmiendo poco, y menos aún cuando tose y está malito; pero luego echan la vista atrás y de repente han pasado 3 años y ya apenas queda bebez.
O cuando nos toca pasar horas acompañando a un familiar convaleciente en un hospital. Querríamos acelerar el ritmo, su mejoría, pero el enfermo tiene su propio ritmo, físico y psicológico, y nada que hagamos va a producir ningún cambio sustancial.
Solo queda ACOMPAÑAR.

Más aún cuando la enfermedad deja huellas indelebles o cuando se produce un fallecimiento. No podemos cambiar el tiempo del duelo, su proceso. Nos queda, de nuevo, ACOMPAÑAR. Cuando acompañamos - o nos acompañan- damos - o nos dan- tiempo para encontrar recursos y reorganizar nuestras vidas con la nueva situación pero sintiendo que no estamos solos. Estos momentos decisivos también son reveladores de quién está realmente a nuestro lado. Se producen aprendizajes inevitables.

¿Recordáis lo largas que parecían las vacaciones de Navidad cuando íbamos al colegio? Los veranos de la infancia parecían no acabar nunca y, según nos salen arrugas, la distancia del verano a la Navidad parece un chasquido de dedos.
¿Nos ha dejado huella este ciclo? ¿Hemos dejado alguna huella? ¿O nos han volado los días sin sentirlos? ¿Cuales han sido nuestras prioridades? ¿Eran acordes a nuestras necesidades, deseos o valores? Esto requiere una reflexión personal y no apresurada, sobre todo si atravesamos momentos difíciles, si nos han sobrevenido circunstancias a las que hemos tenido que responder sobre la marcha. Con qué facilidad entran en conflicto necesidades, deseos y valores. Sobrevivimos como podemos.

Este año tengo, por circunstancias personales, mucho que agradecer a aquellas personas que me acompañaron y cuidaron, quienes espontánea y generosamente me ayudaron a cuidar, se sumaron a un equipo de valores compartidos. Que compaginaron, a veces en la cuerda floja, sus ocupaciones con la presencia constante, la tolerancia y la adaptación flexible día a día. También a aquellos que se ofrecieron de corazón, nos tuvieron en cuenta, e hicieron una llamada, respetaron tiempos, trataron de aportar lo que pudieron y pidieron, prudentemente, poco para sí ante nuestra situación límite. Personas también con las que coincidimos en situación similar y que estuvieron dispuestas a intercambiar apoyos, tan necesarios. Asimismo, agradecer al personal que con su trabajo y su forma de ser amable y cuidadosa nos hizo la vida más llevadera. Siempre tienen que existir, también, personas que, al contrario, se ciñeron a lo mínimo o menos aún, artistas del escaqueo, personas de trato desagradable o mezquino. Pero no tengo ganas de hablar de ellas, solo constato la diferencia y aún me hace agradecer más el buen trato y la paciencia de aquellas que sí sentí a mi lado. Prefiero hablar más de las que no tenía por qué esperar tanto y sorprendieron, que de aquellas que sorprendieron por lo contrario.

Este pacto social que es el tiempo, dice que termina un año, un ciclo. Su medida verdadera es más íntima que pública, pero ¿te parece oportuno dedicarle unos momentos de reflexión? ¿a solas, ante un folio, o ante la escucha atenta de otra persona? ¿o para ti no se cierra un ciclo aunque termine el año? Tú decides.

EN EL DÍA DE LA MADREAcontecimientos familiares me tienen alejada de las publicaciones. Pero hoy domingo, Día de la Madr...
01/05/2022

EN EL DÍA DE LA MADRE

Acontecimientos familiares me tienen alejada de las publicaciones. Pero hoy domingo, Día de la Madre, cuando hace 18 años por estas fechas estaba recuperándome de una cesárea en la planta 13 de La Paz, como estos días que paso horas y horas en otro hospital por distinto motivo, me vienen muchos recuerdos, buenos y malos. Porque ser madre no es color de rosa. Porque ser primeriza y ser primera madre en el entorno de amigos y familiares tampoco es fácil. Porque iniciar la lactancia o bregar con las molestias del corte de una cesárea tampoco es fácil (o desgarros o episotomías) con un bebé en brazos. Porque por mucho día de la madre que me tocara pasar entonces en la habitación del hospital, dije a todos, familiares y amigos que no vinieran a visitarme, que necesitaba tiempo, descanso e intimidad para encontrarme con mi hijo. Porque, a veces, las madres necesitamos poner límites, puesto que PONER LÍMITES ES CUIDARSE. Porque ser madre es algo natural, pero no es fácil. Y no solo no es fácil el comienzo, sino que tampoco es fácil compaginarlo con otras facetas de la vida personal. Porque el mundo en que vivimos nos sigue impeliendo a las madres (a las mujeres en general) a extralimitarnos. Las madres tenemos metida en la raíz la culpa... ¿lo hacemos bien? ¿deberíamos hacer otra cosa? ¿Más? Somos las primeras en ser apuntadas con el dedo cuando nuestro hijo o hija tiene cualquier problema. Y estoy segura que si volviéramos a empezar muchas madres haríamos algunas cosas de forma diferente.

Este es un día de celebración, pero muchas mujeres lo vivimos con una cierta sonrisa de medio lado, porque asumimos la maternidad voluntariamente y no nos arrepentimos, pero estamos cansadas de esa imagen de sacrificio y esa especie de santificación del martirio, cuando lo que se necesita es disponer de cuidados y medidas sociales que nos ayuden a cumplir esta función vital para la sociedad, además de padrazos comprometidos con los cuidados.

La AUTOEXIGENCIA es el común denominador de la mayoría de madres. El estar para todo y para todos y encima culparnos si algo falla. La autoexigencia es una peste que nos lleva al agotamiento y al malestar emocional. Tengamos en cuenta que nuestros hijos no necesitan una madre perfecta, porque además la perfección es imposible y se traduce en una madre agotada, frustrada e irritable. Necesitan madres y padres SUFICIENTEMENTE BUENOS. Que también sepan cuidarse y poner límites. Que sepan perdonarse errores.

Laura Gil Quitián
Psicóloga Sanitaria

CERCA Y LEJOSSe puede estar lejos físicamente y estar cerca emocionalmente.Se puede estar cerca físicamente y estar lejo...
10/02/2022

CERCA Y LEJOS

Se puede estar lejos físicamente y estar cerca emocionalmente.
Se puede estar cerca físicamente y estar lejos emocionalmente.
Lo que no se puede es estar lejos y cerca a la vez
ni física ni emocionalmente.
No se puede soplar y sorber. Inténtalo, si te cabe alguna duda.

No siempre nos resulta fácil regular las distancias en nuestras relaciones, en cada relación, que requiere una distancia propia. Y en cada momento, porque esa medida es variable. Ser capaces en parte de intuir (de forma implícita) y en parte negociar (explícitamente) esa distancia es algo imprescindible para la buena marcha de la relación.

TRISTEZA Y SÍNTOMAS DEPRESIVOS EN LA INFANCIATodos los niños y adolescentes, casi con seguridad, se han sentido alguna v...
28/01/2022

TRISTEZA Y SÍNTOMAS DEPRESIVOS EN LA INFANCIA

Todos los niños y adolescentes, casi con seguridad, se han sentido alguna vez TRISTES o han experimentado algún síntoma depresivo. Menos probable es que hayan sufrido un trastorno depresivo tal y como se define clínicamente. Sin embargo, una cierta cantidad de niños y niñas atravesarán esta dura condición a lo largo de su infancia o adolescencia.

Las diferencias con que el cuadro depresivo puede cursar en los niños y niñas respecto a la depresión adulta puede hacer que las personas cercanas no sepan reconocerlo. Teniendo en cuenta que se estima que un 72% de los menores deprimidos de entre 7 y 17 años tienen ideas de suicidio, es de gran importancia, como prevención, saber detectar tempranamente y tratar a tiempo. No solo por el riesgo de suicidio, sino también porque el estado depresivo puede afectar al desarrollo integral del niño o niña y hacerles más vulnerables a enfermedades, abuso de dr**as y alcohol, etc.

En la infancia los trastornos de ansiedad (ansiedad, miedos, fobias) suelen preceder a los episodios depresivos. Tenemos que ser conscientes de que pandemia ha supuesto en algunos niños un enorme desencadenante de miedos y preocupaciones y corresponde a los adultos contenerlos y ayudarles a dimensionar y manejar estas circunstancias.

En este hilo queda reflejado bastante bien a qué me refiero con la labor a realizar con nuestros hijos de dimensionar y contener los miedos porque, en muchos casos, esto es lo que les está llegando:
https://twitter.com/FaroDelFinde/status/1485953302470737920?s=20&t=7j1YOCF2oQuxkgauCSou_Q
"El mundo se derrumbó. T salió corriendo a su habitación llorando, desesperado. Gritando que no lo tocasen."

🌿

Pero volviendo al tema que me ocupa hoy, sobre la depresión infantil, uno de los síntomas que aparece más frecuentemente en niños y niñas menores de 6 años es la IRRITABILIDAD, las rabietas y conductas destructivas. La tristeza aparece en todas las edades. En los adolescentes se da variabilidad del estado de ánimo, irritabilidad, malhumor, ira, rebeldía.
Los niños y niñas pequeñas juegan menos con sus compañeros y amigas, pierden interés por las actividades que les gustaban, realizan una menor actividad física. Hay cambios en el apetito o en el peso, así como en el patrón de sueño (pesadillas, terrores nocturnos, resistencia a irse a la cama, despertares prolongados en medio de la noche). Pueden sentirse "tontos", preocupados por el castigo y/o por el fracaso. Pueden herirse a sí mismos en la cabeza, arañarse, tragarse objetos, y tener "accidentes" que se traducen en lesiones físicas. En niños pequeños son más comunes los síntomas psicofisiológicos y motores, las afecciones somáticas y el retraimiento social.

En niños y niñas algo más mayores (6-12 años) pueden aparecer también problemas atencionales, baja autoestima, autocrítica, sentimientos de culpa y autoagresividad. Parecieran estar siempre aburridos, puede haber lentitud o agitación motora. En esta edad empiezan a aparecer ideas, planes e intentos de suicidio. En niños y niñas mayores aparecen más síntomas cognitivos.

En los adolescentes, la pérdida de la capacidad de disfrutar se traduce en pasotismo; sufren cansancio, fatiga y falta de energía, indecisión, menos pensamiento abstracto; preocupación por la imagen corporal, baja autoestima, desprecio por sí mismos, pérdida de apetito y peso o, por el contrario comen en exceso y aparece sobrepeso u obesidad. El sueño también se modifica por carencia o exceso. Aparece ideación suicida, planes e intentos de suicidio, suicidios violentos. En esta edad el riesgo de suicidio es mayor, sobre todo en aquellos que presentan elevados niveles de ira.

Las causas como siempre son complejas y variadas. Estos trastornos pueden ocurrir en respuesta a factores ambientales estresantes, teñidos por la pérdida de algo o alguien que el menor estima importante, unido a una predisposición biológica, un patrón de trasmisión familiar (depresión paterna y/o materna), baja calidad de los cuidados parentales (negligencia, hostilidad...).

Hay que saber que contamos con instrumentos de evaluación y tratamientos que ayudan a los niños y adolescentes a superar este trastorno. Para ello es imprescindible detectarlo, ponerlo sobre la mesa y no dudar en buscar ayuda.

🌿🌿🌿

Laura Gil Quitián
Psicóloga Sanitaria
623 022 033

Hay una edad en la que uno mismo se exige. Y se exige duramente. Tiene que lucir PERFECTA, alegre, aprovechar las oportu...
20/01/2022

Hay una edad en la que uno mismo se exige. Y se exige duramente. Tiene que lucir PERFECTA, alegre, aprovechar las oportunidades... "Invertir en su futuro", sea lo que sea lo que ello signifique; el mero disfrute es baladí, una pérdida de tiempo.

"Estás en la flor de la vida; cómo vas a estar triste; tienes toda la vida por delante; luego ya verás, APROVECHA ahora que eres libre; es el mejor momento de la vida, luego todo será peor, más responsabilidades; cómete el mundo; agradece, que lo tienes todo...".

Todos estos mensajes que están ahí fuera, exigiéndote ser feliz. Juventud, divino tesoro.

Qué contraste, ¿no? El o la joven viven su momento de manera muy diferente: un futuro incierto, todo por hacer, diversos caminos posibles, pero todos llenos de incertidumbre; un entorno hipercompetitivo y conocimiento aún escaso de sus fortalezas y límites; insatisfacción con su propio cuerpo; falta de autonomía económica y de estabilidad laboral, social, afectiva. Esperanzas y miedos, expectativas y decepciones, un buen cóctel emocional. Los dos últimos años han añadido dificultades y frustraciones.
Ninguna etapa de la vida es perfecta ni feliz por definición. Asumirlo así nos libra de exigencias perfeccionistas que están detrás de muchos trastornos.

Pero se deja sentir esa abrumadora presión, que incluso se ha interiorizado.
Él se adhiere al suelo pisando con botas que parecieran pesar toneladas y ella se ha instalado en la levedad del control del peso corporal y la anhedonia.
Esa obligación de ser feliz...

🌿🌿🌿

Laura Gil Quitián
Psicóloga Sanitaria
623 022 033

Escuchar de verdad y comprender a otra persona significa desplazarnos mental y emocionalmente hacia su forma de percibir...
18/01/2022

Escuchar de verdad y comprender a otra persona significa desplazarnos mental y emocionalmente hacia su forma de percibir y sentir. Donde yo siento rabia, tal vez la otra persona siente tristeza; lo que a mí me afecta poco, a ella puede afectarle mucho. No se trata de qué sentiríamos nosotros en su situación, sino de qué siente ella aquí y ahora. Se trata de poner a la otra persona en el centro y tratar de representarnos su realidad y cómo le afecta, desde su marco de referencia, no desde el nuestro. Estar presente y acompañar desde esa comprensión puede ser realmente reparador.

🌿🌿🌿

Laura Gil Quitián
Psicóloga Sanitaria
623 022 033

Dirección

Calle Real, 9
Collado-Villalba
28400

Horario de Apertura

Lunes 09:00 - 21:00
Martes 09:00 - 21:00
Miércoles 09:00 - 21:00
Jueves 09:00 - 21:00
Viernes 09:00 - 14:00
Sábado 09:00 - 14:00

Página web

Notificaciones

Sé el primero en enterarse y déjanos enviarle un correo electrónico cuando Pensar Crear Resistir publique noticias y promociones. Su dirección de correo electrónico no se utilizará para ningún otro fin, y puede darse de baja en cualquier momento.

Compartir

Share on Facebook Share on Twitter Share on LinkedIn
Share on Pinterest Share on Reddit Share via Email
Share on WhatsApp Share on Instagram Share on Telegram

Categoría