28/01/2022
TRISTEZA Y SÍNTOMAS DEPRESIVOS EN LA INFANCIA
Todos los niños y adolescentes, casi con seguridad, se han sentido alguna vez TRISTES o han experimentado algún síntoma depresivo. Menos probable es que hayan sufrido un trastorno depresivo tal y como se define clínicamente. Sin embargo, una cierta cantidad de niños y niñas atravesarán esta dura condición a lo largo de su infancia o adolescencia.
Las diferencias con que el cuadro depresivo puede cursar en los niños y niñas respecto a la depresión adulta puede hacer que las personas cercanas no sepan reconocerlo. Teniendo en cuenta que se estima que un 72% de los menores deprimidos de entre 7 y 17 años tienen ideas de suicidio, es de gran importancia, como prevención, saber detectar tempranamente y tratar a tiempo. No solo por el riesgo de suicidio, sino también porque el estado depresivo puede afectar al desarrollo integral del niño o niña y hacerles más vulnerables a enfermedades, abuso de dr**as y alcohol, etc.
En la infancia los trastornos de ansiedad (ansiedad, miedos, fobias) suelen preceder a los episodios depresivos. Tenemos que ser conscientes de que pandemia ha supuesto en algunos niños un enorme desencadenante de miedos y preocupaciones y corresponde a los adultos contenerlos y ayudarles a dimensionar y manejar estas circunstancias.
En este hilo queda reflejado bastante bien a qué me refiero con la labor a realizar con nuestros hijos de dimensionar y contener los miedos porque, en muchos casos, esto es lo que les está llegando:
https://twitter.com/FaroDelFinde/status/1485953302470737920?s=20&t=7j1YOCF2oQuxkgauCSou_Q
"El mundo se derrumbó. T salió corriendo a su habitación llorando, desesperado. Gritando que no lo tocasen."
🌿
Pero volviendo al tema que me ocupa hoy, sobre la depresión infantil, uno de los síntomas que aparece más frecuentemente en niños y niñas menores de 6 años es la IRRITABILIDAD, las rabietas y conductas destructivas. La tristeza aparece en todas las edades. En los adolescentes se da variabilidad del estado de ánimo, irritabilidad, malhumor, ira, rebeldía.
Los niños y niñas pequeñas juegan menos con sus compañeros y amigas, pierden interés por las actividades que les gustaban, realizan una menor actividad física. Hay cambios en el apetito o en el peso, así como en el patrón de sueño (pesadillas, terrores nocturnos, resistencia a irse a la cama, despertares prolongados en medio de la noche). Pueden sentirse "tontos", preocupados por el castigo y/o por el fracaso. Pueden herirse a sí mismos en la cabeza, arañarse, tragarse objetos, y tener "accidentes" que se traducen en lesiones físicas. En niños pequeños son más comunes los síntomas psicofisiológicos y motores, las afecciones somáticas y el retraimiento social.
En niños y niñas algo más mayores (6-12 años) pueden aparecer también problemas atencionales, baja autoestima, autocrítica, sentimientos de culpa y autoagresividad. Parecieran estar siempre aburridos, puede haber lentitud o agitación motora. En esta edad empiezan a aparecer ideas, planes e intentos de suicidio. En niños y niñas mayores aparecen más síntomas cognitivos.
En los adolescentes, la pérdida de la capacidad de disfrutar se traduce en pasotismo; sufren cansancio, fatiga y falta de energía, indecisión, menos pensamiento abstracto; preocupación por la imagen corporal, baja autoestima, desprecio por sí mismos, pérdida de apetito y peso o, por el contrario comen en exceso y aparece sobrepeso u obesidad. El sueño también se modifica por carencia o exceso. Aparece ideación suicida, planes e intentos de suicidio, suicidios violentos. En esta edad el riesgo de suicidio es mayor, sobre todo en aquellos que presentan elevados niveles de ira.
Las causas como siempre son complejas y variadas. Estos trastornos pueden ocurrir en respuesta a factores ambientales estresantes, teñidos por la pérdida de algo o alguien que el menor estima importante, unido a una predisposición biológica, un patrón de trasmisión familiar (depresión paterna y/o materna), baja calidad de los cuidados parentales (negligencia, hostilidad...).
Hay que saber que contamos con instrumentos de evaluación y tratamientos que ayudan a los niños y adolescentes a superar este trastorno. Para ello es imprescindible detectarlo, ponerlo sobre la mesa y no dudar en buscar ayuda.
🌿🌿🌿
Laura Gil Quitián
Psicóloga Sanitaria
623 022 033