02/04/2024
A veces llega un momento en que te haces viejo de repente, como cantaban Celtas Cortos. Esto podría haberlo cantado cualquier mujer de 45 años.
Si es tu caso, lo primero que quiero transmitirte es que ese cansancio tiene explicación (no estás loca ni eres una floja).
Lo segundo es que tiene solución, muchas soluciones de hecho y debes encontrar la tuya, pero la que yo te recomiendo y practico es una terapia integral de salud abordando emoción, metabolismo, nutrición y hábitos.
Y lo tercero que tenemos que entender es que ese cansancio que puede tener una explicación metabólica y energética, e incluso una explicación ajena a nosotras, se nos cronifica muchas veces por sostener más de lo que tenemos que sostener. Por demostrar incansablemente que además de madres, mujeres, hijas, amigas, compañeras, amantes, psicólogas, cocineras, educadoras, deportistas, yoguis, trabajadoras de éxito y contables, no ganamos ni un kilo y no perdemos la sonrisa... (no seré yo, que ya he perdido 3/4 partes de todo esto por el camino). No eres todo esto ni tienes que serlo o pretenderlo. Aquí reside nuestra parte de responsabilidad y el gran cambio, repito: no tienes que serlo ni pretenderlo.
Muchas mujeres se agotan en extremo por sostener dramas ajenos, por sostener familias enteras en soledad, por sostener malos estados de salud durante años sin priorizarse, por sostener exigencias agotadoras, por sostener hábitos castrantes, por sostener relaciones que quitan energía, por sostener trabajos agobiantes o avatares que ya están mu***os... es decir, por sostener lo que no es nuestro o sencillamente es insostenible. Y cuando el cuerpo flojea, sobre los 40, nuestras suprarrenales, tiroides y ovarios ya no dan mucho más de si, ya no pueden ocultar el fondo y comienza a verse la realidad: los estragos de una vida de sostener lo insostenible.
Dejar de sostener y hacer cambios no es fácil y a veces se ve imposible, pero con entendimiento y un plan puedes conseguirlo.