
05/08/2025
No empecé a estudiar psicología para ser psicóloga.
Lo hice porque necesitaba respuestas que nadie me daba.
Durante años viví dividida entre lo que sentía y lo que el mundo esperaba de mí.
Amaba lo invisible, lo profundo, lo sutil…
pero también quería entenderlo todo con rigor, con base, con verdad.
He transitado la espiritualidad y la ciencia como quien camina un puente frágil.
Me formé, me rompí, emprendí, parí, renuncié, volví a empezar.
Y solo cuando dejé de intentar encajar, encontré lo que realmente buscaba:
una forma propia de acompañar a otras mujeres que también se sienten distintas, intensas, agotadas… pero llenas de potencial.
Hoy, después de un largo camino, he creado una metodología que une lo sensible y lo científico, lo ancestral y lo actual.
Una psicología viva, con los pies en la tierra y el corazón en el cielo.
Acompaño a mujeres neurodivergentes, multiexcepcionales y profundamente humanas
que están listas para sanar su historia y liderar su vida desde un nuevo lugar:
más libre, más honesto, más en calma.
Si algo en esta historia ha resonado contigo,
es posible que también tú hayas venido a más.
Quédate cerca.
Aquí tu sensibilidad es un don.
Y tu alma, un territorio sagrado.
👉 Guárdalo si lo necesitas.
👉 Compártelo con alguien que lleva tiempo buscando un lugar así.
👉 Te leo en comentarios, si algo dentro se ha movido.