08/08/2025
¿Qué significa “comer según tu ritmo circadiano natural y la producción de insulina y cortisol”?
Significa alinear tus horarios de comida con los ritmos biológicos naturales del cuerpo, que siguen un ciclo de 24 horas. Esta práctica busca maximizar tu salud metabólica, hormonal y energética. Comer en el momento adecuado del día puede ayudarte a mejorar la digestión, controlar el azúcar en sangre, optimizar el sueño y reducir la inflamación.
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1. ¿Qué es el ritmo circadiano?
El ritmo circadiano es tu reloj biológico interno, que se regula principalmente por la luz solar. Este reloj controla muchos procesos corporales importantes, como:
• El sueño y la vigilia.
• La producción de hormonas como el cortisol, la insulina y la melatonina.
• La temperatura corporal.
• La digestión y el metabolismo.
Este ritmo se reinicia cada día con la luz del amanecer y empieza a prepararse para el descanso con la oscuridad. Comer, dormir, moverse y exponerse a la luz en momentos adecuados fortalece este reloj.
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2. ¿Qué papel juega el cortisol?
El cortisol es una hormona clave para el estado de alerta, el enfoque mental y la movilización de energía. En condiciones normales, el cortisol se comporta así a lo largo del día:
Por la mañana temprano (entre las 6:00 y las 8:00), el cortisol sube al máximo para ayudarte a despertar y tener energía.
A partir del mediodía (entre las 12:00 y las 14:00), comienza a disminuir lentamente, pero aún hay energía disponible.
En la tarde-noche (de 18:00 en adelante), el cortisol está bajo y tu cuerpo empieza a relajarse y prepararse para el descanso.
Por la noche, el cortisol debería estar en su nivel más bajo para permitir el sueño profundo.
Por eso, comer cuando el cortisol aún está presente en niveles moderados o altos (entre las 12:00 y las 14:00) favorece una mejor digestión y metabolismo.
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3. ¿Qué pasa con la insulina?
La insulina es la hormona que permite a tus células absorber nutrientes, especialmente glucosa. Si tienes resistencia a la insulina o diabetes tipo 2, es especialmente importante prestar atención al momento del día en que comes.
Tu cuerpo es naturalmente más sensible a la insulina entre las 10:00 y las 15:00. Esto significa que en ese rango horario:
• El cuerpo maneja mejor los niveles de azúcar en sangre.
• Hay menor inflamación.
• Hay menos riesgo de acumular grasa corporal.
En cambio, si comes cuando la insulina está baja (por la noche), el cuerpo responde peor. Esto puede provocar:
• Aumento del azúcar en sangre después de comer.
• Peor calidad del sueño.
• Disminución de la quema de grasa durante la noche.
• Mayor inflamación.
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4. ¿Qué tiene que ver con la dieta carnívora y el ayuno OMD?
La dieta carnívora promueve un estado metabólico en el que los niveles de insulina se mantienen bajos y el cuerpo usa grasas y cetonas como fuente de energía. Esto se alinea bien con los ritmos naturales del cuerpo, reduce el hambre y la necesidad de múltiples comidas al día.
Cuando haces una sola comida al día (OMD), lo ideal es que la hagas entre las 12:00 y las 15:00. En ese momento, el cuerpo está mejor preparado para:
• Producir enzimas digestivas.
• Secretar bilis para digerir grasas.
• Asimilar proteínas y nutrientes sin generar inflamación.
• Tener buena sensibilidad a la insulina.
Si comes después de las 17:00 o 18:00, empiezas a ir contra el ritmo natural del cuerpo. Eso puede dificultar la digestión, empeorar la regulación del azúcar y afectar negativamente tu sueño y tu recuperación.
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Resumen: ¿por qué es importante alinear la comida con tu biología?
Tu cuerpo tiene una ventana natural de mayor energía, mejor digestión y mejor manejo de los nutrientes entre media mañana y la tarde temprana. Comer en ese momento:
• Aprovecha el pico de cortisol, que da energía y capacidad digestiva.
• Coincide con la mayor sensibilidad a la insulina, reduciendo el riesgo de picos de glucosa.
• Evita el estrés metabólico que genera comer tarde.
• Mejora el sueño, la quema de grasa y la salud hormonal.
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¿Qué pasa si comes de noche?
• Aumenta el azúcar en sangre y los triglicéridos.
• Empeora la calidad del sueño.
• Se altera la quema de grasa nocturna.
• Se agravan condiciones como el hipotiroidismo y la resistencia a la insulina.
• Se activa la inflamación y el estrés oxidativo.