
07/08/2025
¿Te ha pasado alguna vez que, después de una ruptura, empezaste a hablar con alguien nuevo casi de inmediato? No porque sintieras verdadera conexión, sino porque la idea de estar sola te resultaba insoportable. No porque te apeteciera conocer a otra persona, sino porque necesitabas llenar ese silencio incómodo.
El silencio donde empiezan a aparecer la tristeza, la angustia, los pensamientos que no quieres mirar. Quizás has sentido que estar con alguien es un alivio momentáneo. Que recibir atención, aunque sea superficial, te calma durante unas horas. Pero luego vuelve el mismo vacío. Y para no sentirlo, vuelves a escribir, a quedar, a entretenerte con otra presencia. Y sin darte cuenta, estás atrapada en un ciclo: “no puedo parar de estar con alguien, porque si me detengo, me duele.” A veces no buscamos amor.
Buscamos anestesia. Y confundimos deseo con necesidad emocional. Queremos que alguien nos distraiga, cuando en realidad lo que necesitamos es aprender a estar con nosotras mismas. Aprender a quedarte contigo cuando todo se ha caído… a sostener lo que sientes sin correr a taparlo…
Es una forma profunda de sanación.
No se trata de evitar el contacto o de cerrarte al mundo. Se trata de que el próximo encuentro no nazca de una carencia, sino de una elección consciente. Cuando aprendes a quedarte contigo, ya no aceptas migajas solo para no estar sola. Y ese es el principio de una libertad nueva.
www.estherocanarodriguez.es
💕
❤️✨