23/10/2024
25 años como psicoanalista
Soy Helena Trujillo, psicóloga y psicoanalista con 25 años de carrera profesional. Desde muy joven comencé mi trabajo personal en el ámbito del psicoanálisis para conocerme a mí misma, avanzar sobre mis miedos y construir una vida satisfactoria para mi. Luego decidí estudiar psicología y formarme como psicoanalista en la Escuela Grupo Cero, donde 25 años después, sigo formándome y ahora, también, imparto clases como profesora y integro el departamento de Arte y Cultura y co-dirijo su canal online de televisión.
En estos 25 años, desde que abrí mi consulta profesional, no he dejado de formarme para ofrecer el mejor trabajo y orientación a mis clientes, no los he contabilizado, pero han debido ser muchos en estos años, de distintas edades, sexos y países. Nunca fue fácil abrirse paso en este campo profesional, aún novedoso, rechazado por muchos, admirado por otros. He impartido de forma regular conferencias y charlas, dirigido y producido programas de televisión y radio, escrito artículos y libros, con el objeto de aprender a comunicar a profesionales de la salud y población en general, la utilidad del método psicoanalítico, sus aplicaciones, su ámbito de aplicación, los beneficios de realizar ese trabajo de autoconocimiento y la necesidad de profundizar en ciertos aspectos que, aunque desagradables, son responsables de los dichosos síntomas que anclan a las personas en una vida insatisfactoria e inútil.
He aprendido a vivir escuchando frases de desaliento, como aquellas que antaño se le decían a las mujeres, “¡Y tú para qué vas a trabajar!”, “Estudiar, para qué”, “Mejor quédate en tu casa o haz otra cosa más útil”, “Con eso no te vas a hacer rica”... Y sí, con el psicoanálisis no me voy a hacer ni rica, ni famosa, ni me van a agradecer mi trabajo, mis horas de estudio, no voy a vivir en un palacio, ni siquiera mis familiares van a comprender por qué hago este trabajo tan raro y por qué digo cosas que les desagradan. He aprendido a escuchar a otros que, sin mérito alguno, sin éxito alguno en la vida, sin ser ejemplo de nada, me vienen a decir lo que tengo que hacer o decir.
En estos 25 años de estudio y trabajo ininterrumpidos no me he desviado de mi decisión de permanecer en el camino del psicoanálisis, sigo formándome en la misma escuela de la que he aprendido todos sus valores: la grupalidad, el compañerismo, la importancia del trabajo, el uso del dinero, la importancia da producción intelectual y artística, la generosidad, el respeto a las diferencias, el valor de la palabra. Nunca ha sido fácil permanecer en el deseo porque cualquier cosa parecía más fácil, quedarse en casa sin hacer nada, tener ocio como todo el mundo, pensar como todo el mundo, usar el dinero como todo el mundo. Lo que pasa es que “ese mundo”, esa mayoría, no deja ver sus miserias, su vacío existencial, su falta de amor, su intolerancia a lo nuevo, su desprecio al trabajo... No era un ejemplo para mí. Por ese motivo, tomé como ejemplo a mis maestros que, a partir de entonces, serían los grandes escritores, cineastas, actores y actrices, los compositores e interérpretes de los que aprendo cada día a ser más disciplinada, generosa, trabajadora. El mayor valor de las personas está en hacer algo en la vida de lo que se sientan orgullosos, algo que algún día servirá también a otras personas a construir su propio camino.
Cuando cada día despierto y se abre mi consulta de psicoanálisis a todo aquél que esté dispuesto a encontrarse consigo mismo, a trabajar para dar lo mejor de sí, a no ser sólo niño, todo cobra aún más sentido. Mi vida tiene, entre otras, la misión de servir para que otros se liberen de sus inhibiciones, sus síntomas, para que salgan a la realidad y respiren esa maravilla que es la vida donde está el amor, el arte, el universo de las ideas que ponen nombre a las cosas. Ese despertar de tantos que están dormidos es el motor de mi vida y por eso nadie puede convencerme de que hay un trabajo mejor, de que ganar dinero vendiendo mentiras merece la pena. He elegido el mejor trabajo del mundo y gano e invierto el dinero que necesito para poder seguir haciéndolo y que más personas conozcan esta maravilla que es psicoanalizarse. Ni psicofármacos, ni soluciones milagrosas, ni chimpún, ni champín... Si te dicen que hay un camino fácil para conseguir grandes cosas, no te lo creas. Lo bueno, lo mejor, no se consigue fácilmente, sino a través de permanecer en el trabajo de conocerse a uno mismo con profundidad y autenticidad, producir tu propio proyecto de vida y elegir al mejor profesional que te ayude a conseguirlo. Permanecer es triunfar. Tú también puedes, si quieres.
El que quiere, siempre llega a donde debe.
Si deseas comenzar tu psicoanálisis, contacta conmigo.
626 67 33 22
Reportaje realizado a la psicoanalista Helena Trujillo para el programa Repor-Aje de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Málaga, en la Televisión Onda Az...