18/06/2015
TÉCNICAS DE LA MASOTERAPIA
Como definición de masoterapia podemos decir que se trata del conjunto de manipulaciones, practicadas normalmente sin ayuda de instrumentos, sobre una parte o totalidad del organismo, con el objeto de movilizar los tejidos o segmentos de los miembros para provocar en el organismo modificaciones de orden directo o reflejo que se traduzcan en efectos terapéuticos.
Consiste en uno de los tratamientos más antiguos que existen. El masaje es parte integrante e importante en el tratamiento terapéutico al preparar o complementar una reeducación.
Además de sus efectos fisiológicos, el masaje permite que se establezca un clima de confianza entre el paciente y el terapeuta, y ayuda a realizar un tratamiento eficiente en un ambiente sin tensiones.
Diferentes técnicas de la masoterapia
Masaje superficial (Effleurage)
Consiste en el desplazamiento de la mano de manera superficial sobre la piel, es una frotación suave que acaricia la superficie cutánea a tratar siempre en una misma dirección, normalmente centrípeta (excepto cuando se trabaja sobre un determinado músculo y se actúa en el sentido de sus fibras). Esta técnica suele ser realizada con la palma de las manos o el pulpejo de los dedos.
La mano o manos del terapeuta recorren varias veces la zona localizada del masaje y se elevan con suavidad al llegar al final del recorrido, para recomenzar nuevamente en el punto de partida. Es notoria la necesidad de suavidad en esta fase del masaje, de forma que nunca se detendrá bruscamente intentando minimizar la sensación de inicio y fin del movimiento, haciéndolo todo lo insensible que podamos.
La principal finalidad de esta técnica, es la entrada de contacto con el paciente y su preparación para optimizar la recepción de próximas maniobras mas invasivas.
Rozamientos
Tiene, debido a su suavidad un efecto ligeramente sedante e
igualmente un ligero efecto de drenaje en las capas más superficiales de la piel.
En el miembro inferior ha de comenzarse esta técnica en la superficie plantar, después en la zona dorsal del pie, a la que le siguen los maleolos, la cara interna de tibia y sóleo, y ascendemos hasta llegar a la raíz del miembro, repitiendo toda esta operación 2 ó 3 veces. En el miembro superior comenzamos por la palma de la mano, dedos (uno a uno),
región tenar e hipotenar, apófisis estiloides de cúbito y radio y antebrazo.
Encontramos en el miembro inferior y cintura escapular una serie de puntos muy sensibles debido al tejido adiposo almacenado:
• Cóndilo interno del miembro inferior
• Ángulo inferior de la escápula
• Borde interno de la escápula
• Musculatura paravertebral dorsal
• Inserción del ECM en occipucio
• Fibras posteriores del deltoides
Fricciones
Consiste en el desplazamiento de la piel sobre el tejido celular subcutáneo.
La piel no ha de estar pegada a la musculatura (como queda tras las operaciones) y para ello es muy buena la fricción. La fricción se aplica sobre la piel del paciente,
adhiriéndose a esta y desplazándose la mano del terapeuta únicamente lo que permita la laxitud de la hipodermis que se desplace sobre la epidermis. Por tanto, no es la mano del fisioterapeuta la que fricciona le epidermis; son las capas de la
piel del paciente, que simpatizantes con la mano del terapeuta, las que frotan sobre los planos subyacentes.
La fricción se puede realizar con el pulpejo de los dedos, eminencia tenar o hipotenar y con los nudillos, sobre todo índice y medio. Se aplicará en sentido circular si se actúa sobre una región aplanada como la espalda, el pecho, o aún redondeada como el muñón del hombro y en sentido longitudinal si se actúa sobre un miembro.
La fricción está muy indicada en los queloides (unión de los dos labios en un corte) en el que vamos aplicando presiones perpendiculares a la dirección del corte y con un dedo pulgar en cada lado, dando presiones en direcciones enfrentadas; siempre y cuando hayamos objetivado que no existe ningún punto de
corte abierto.
Presiones
Consiste en comprimir una región entre las dos manos o entre dedo pulgar y resto de los dedos y un plano resistente óseo.
Puede realizarse con desplazamientos en los cuales comprimimos con nuestras manos partes blandas; en este caso la acción es sedante, hiperémica y mejora de la circulación venosa y linfática.
Se puede ejercer también una presión de apoyo local sin desplazamiento de los tejidos, en estos casos se produce un efecto mecánico de aplastamiento de los tejidos (no es violento ni brusco) sobre un plano óseo más profundo. Su efecto es sobre la circulación de retorno y efecto analgésico en el sistema nervioso.
Amasamiento o Pellizcamiento (Pétrissage)
Es la tracción del cuerpo muscular con una serie de contorsiones anteriores y posteriores, se realiza solo en grupos musculares muy palpables, en superficies poco extensas como por ejemplo la eminencia hipotenar, e incluso sobre la pared abdominal.
El pellizcamiento bien practicado no es doloroso; realizado con brusquedad y fuerza es desagradable y sobre todo en tejidos dolorosos, puede ser intolerable.
Estas contorsiones y tracciones suelen realizarse bimanualmente, cogiendo entre el pulgar y el índice la parte sobre la cual se quiere actuar; siempre de distal a
proximal, llevando la dirección de la fibra muscular pero haciendo la tracción transversalmente. Según la intensidad se provocará una hiperemia y se liberará histamina.
También se realizará el amasamiento con el pulpejo de los dedos,
realizando círculos, amasamiento palmodigital (con el pulgar y el resto de los dedos juntos), y también con los nudillos de los dedos.
Vibraciones
Son contracciones que a través de los músculos del antebrazo del
fisioterapeuta se van a transmitir a la mano y que entra en contacto con la superficie cutánea a tratar y no se separa de ella en todo momento.
Esta forma de masaje tiene acción muy sedante sobre la hiperexcitabilidad de todos los nervios, tanto motores como sensitivos. Por ejemplo, bien aplicada a
nivel del hueco epigástrico calma momentáneamente los dolores de la úlcera gástrica; en los casos de palpitaciones sin lesión orgánica subyacente, puede contribuir directamente a regular el ritmo del corazón.
Dependiendo de la frecuencia que apliquemos tenemos:
• Sucusiones: 1 a 4 contracciones por segundo
• Crepitaciones: 4 a 8
• Vibraciones: 8 a 16 contracciones
Como este tipo de trabajo para el terapeuta es muy fatigoso (llegando a producir contractura y rigidez musculares) y hay que estar muy bien entrenado,
se han creado máquinas vibratorias capaces de realizarlo, pero que jamás podrán sustituir a las manos del fisioterapeuta, ya que tan solo ellas pueden sentir, juzgar y adaptarse a las reacciones del paciente.
Percusiones (Hachement) y palmoteos (Tapotement)
Son una serie de “golpes” rítmicos que a través del movimiento de la articulación de la muñeca se van a hacer con:
• El pulpejo de los dedos (relajante)
• Borde cubital de las manos (excitante)
• Nudillos (excitante, sobre todo en canales paravertebrales)
• Puños (excitante)
• Dedos sueltos en forma de escobilla de batería
• Manos en forma de cuchara.
Es importante guardar siempre un ritmo. Se utiliza mucho en patologías respiratorias para liberar mocos y flemas (el llamado klaping).
La percusión actúa en profundidad sin deprimir la piel y es uno de los métodos de mayor intensidad de trabajo, ya que los músculos se contraen frente a esta técnica y se excitan los órganos profundos de forma bastante intensa.